El análisis en frío de Marcelo Salas a Darío Osorio: “Partió muy mal, pero ahora está mejorando mucho”

Como delantero, Marcelo Salas encarnó la frialdad. Dentro del área, donde a muchos se les acelera el corazón, al temuquense le sobraba la calma para definir cuanta opción de gol tuviera enfrente. Buena parte de esas, precisamente en función de la tranquilidad que mostraba en momentos decisivos, terminaba en un festejo.

A la hora de las definiciones, el ex delantero de Universidad de Chile y la Selección tampoco es demasiado elocuente. No lo fue en su época de jugador ni menos ahora que, retirado, se aboca a la administración de Deportes Temuco, el club del que es dueño. La última obligación le demanda mantenerse conectado con la actualidad. Y, por cierto, con la evolución de los futbolistas chilenos.

El temuquense le ha dedicado miradas a Darío Osorio. Desde hace un tiempo, cuando despuntó como un elemento de alta proyección en Universidad de Chile hasta ahora, cuando empieza a consolidarse en el Midtjylland danés. En principio, de hecho, había sido crítico. “Por más que uno sienta que tiene el talento, no basta con eso. Hay que meter otras cosas para jugar en la U, ser seleccionados y llegar al extranjero, allá no es fácil”, apuntó cuando el volante partía a Europa.

Ahora, aunque no es precisamente generoso a la hora de los elogios, Salas valora la evolución que ha mostrado el oriundo de Hijuelas, que le ha permitido consagrarse en su club y traspasar el progreso a la Selección. De hecho, viene de ser una de las figuras en la gira por Europa, el primer apronte de la mano de Ricardo Gareca. “Partió muy mal, pero ahora está mejorando mucho. Está haciendo goles y está siendo importante en su equipo”, evalúa, en una declaración concedida al periodista Matías Almendras, respecto del notorio alza de rendimiento que ha mostrado el mediocampista en los últimos meses.

Salas solo tiene buenos deseos para Osorio. “Que siga creciendo y pueda llegar a lo más alto del fútbol”, sostiene como expresión de parabienes para el mediocampista, sobre quien Ricardo Gareca tiene cifradas altas esperanzas de que se convierta en uno de los elementos que sostenga su proceso al mando de la Roja.