Hay que tener una temporada realmente sobresaliente para poder opacar a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, las figuras consulares que han dominado el mundo del fútbol en el último decenio. Pero uno lo logró en este pandémico 2020. A punta de una efectividad a toda prueba y un rendimiento superlativo, Robert Lewandowski (32) se transformó en el The Best, superando a los candidatos habituales a cualquier premio individual. Pero que es además realmente fue el mejor.
En la última edición de la revista France Football, el polaco acapara la portada y una frase dice mucho: “Ya puedo invitar a Messi y Cristiano a comer a mi mesa”. No le asusta la suerte que corrió quien se atrevió antes a pronunciar tamaña frase. La dijo Griezmann justo antes de empezar su caída en picado tras tocar su cénit con el Atlético de Madrid y la selección francesa.
El delantero del Bayern Múnich, y capitán de su seleccionado, puso su nombre en los libros al son de un cuadro bávaro que funciona como una máquina perfectamente aceitada, sumando más coronas a sus vitrinas atiborradas, de la mano de Hans-Dieter Flick, que no pudo ante el carismático Jürgen Klopp en la elección al Mejor Entrenador. A la larga, fue el gran equipo del fútbol internacional en el convulsionado año que se está yendo.
Lewy fue el líder ofensivo de un Bayern ganador del triplete: Bundesliga, Champions League y Copa de Alemania. Además logró la Supercopa europea y la alemana. No pudo optar al sextete porque la FIFA pospuso el Mundial de Clubes para febrero. El delantero también fue el ganador del premio al Mejor Jugador de la temporada de la UEFA.
Los méritos del nacido en Varsovia para adueñarse del galardón saltan a la vista. Es cosa de revisar sus magníficas estadísticas personales. La campaña 19-20 fue la mejor de su carrera. Anotó 55 goles en 47 partidos (con un total de 4.135 minutos disputados). Dicho de otra manera, Robert asomó en el marcador cada 75 minutos. Fue el máximo artillero de la Bundesliga, con 34 anotaciones, de las cuales solo cinco fueron de penal. También fue el top scorer de la Champions, con 15 aciertos en nueve juegos. En la actual campaña, no lo hace nada mal. Tiene 20 goles en 18 partidos. En el último duelo oficial de 2020, antes del receso invernal, le hizo un doblete al Bayer Leverkusen, para recuperar el liderato del torneo local.
En resumen, una máquina de convertir.
Si hay un aspecto que resalta Lewandowski para explicar su gran nivel es que mejoró su alimentación y la preparación física. “Cuando mayor me hago, más decisiones inteligentes tomo”, explicó. En efecto, desde su época en el Borussia Dortmund que comenzó a trabajar seis horas al día en el gimnasio para ganar masa muscular. En su hogar el deporte es fundamental. Su esposa, Anna Stachurska, fue medallista de bronce en el Mundial de karate 2009. La influencia de su pareja resultó clave para el cambio de hábitos del futbolista a la hora de comer.
“Tengo el deseo de progresar aún más porque sé que mi tiempo es limitado. Evidentemente, el progreso no es instantáneo. Cuando repites algo todos los días, solo puedes medir su efecto tres o seis meses después, no al día siguiente. El problema es que mucha gente quiere que lo que haces en el trabajo invisible se vea de inmediato. La paciencia es una virtud importante, tanto en el fútbol como en la vida”, añadió Lewy en France Football.
Este centrodelantero, que se ganó el desprecio de los fanáticos del Dortmund cuando se fue al gigante bávaro, seguramente es el que está más en forma hoy por hoy (quizás su competencia directa es Benzema).
Messi y CR7
Lewandowski se impuso en el premio The Best de la FIFA a Cristiano y a Messi, los acaparadores de todas las distinciones individuales de la última década. El balance del portugués y del argentino no es el mejor si lo comparamos con el actual estado de forma del polaco.
En el caso de CR7, tuvo una temporada goleadora como de costumbre: 37 tantos en 46 encuentros. Fue campeón de la Serie A con la Juventus, lo que a estas alturas no es novedad. Sin embargo, quedó al debe en otras competencias. O sea, la Juve aspiraba a cuatro coronas pero solo se adueñó de una. Perdió las finales de la Copa Italia y la Supercopa italiana, aunque el gran dolor fue la eliminación de la Champions a manos del Lyon, lo que desembocó en la salida de Maurizio Sarri. En la actual campaña, el Bicho tiene 16 aciertos en 14 juegos, pero la Vecchia Signora está en un sorprendente sexto lugar de la liga. La era de Andrea Pirlo aún no carbura. De hecho, tras la última derrota con la Fiorentina, Cristiano pidió perdón vía Instagram por el pobre desempeño: “Sabemos que tenemos que dar más de nosotros para jugar mejor y ganar de forma más consistente. ¡Somos la Juventus! Y simplemente no podemos aceptar nada menos que la excelencia en el campo”.
Su némesis futbolístico, Leo Messi, acaba de romper la plusmarca de Pelé, como el futbolista con más goles anotados en un mismo club: 644. El récord aflora como un oasis dentro de un año convulso, toda vez que manifestó mediante un burofax su intención de partir del Barça, gatillado después del vergonzoso 8-2 del Bayern. En lo que va de la campaña 20-21, La Pulga tiene 10 goles en 18 partidos, con un andar irregular de la mano de Koeman. En el curso anterior, hizo 31 en 44 partidos, su registro goleador más bajo en 12 años. Igual es una cifra alta, pero el argentino se acostumbró a correr barreras. Y el Barça no ganó títulos, por primera vez desde 2008, con Frank Rijkaard.