El fútbol es uno de los deportes más marcados por las situaciones insólitas. Las hay de todo tipo y con los más variados protagonistas. Dentro de la cancha y fuera de ella, la mezcla de anécdotas e incidencias inexplicables, y hasta el surgimiento de peculiares personajes, es abundante, incluso en los contextos menos esperados.
Sin embargo, lo que sucedió en el estadio Carlos Alvarado, donde se medían Alajuelense y Herediano, por la final de ida de la liga de Costa Rica, sobrepasa con largueza todas las ocurrencias en este sentido. De hecho, la situación derivó en escenas insólitas, impropias del fútbol profesional y, más aún, de una definición.
¿La mejor trampa de la historia del fútbol? La insólita situación que se vivió en Costa Rica
El reglamento contempla que debe haber 2,44 metros entre el suelo y el horizontal. Esa altura se sobrepasaba por varios centímetros, lo que fue advertido por Leonel Moreira, el arquero del Alajuelense, quien no dudó en plantear el reclamo. La diferencia era ostensible: cercana a los 10 centímetros.
A las protestas se sumó todo el equipo y el cuerpo técnico del equipo que se sintió afectado, lo que provocó que el juez del encuentro revisara la situación y que, huincha en mano y sobre una silla, midiera el pórtico, acompañado por uno de sus asistentes.
Paradójicamente, aunque se realizaron algunos ajustes, el partido continuó. El partido lo ganó el Herediano por 2-0. Allan Cruz fue el héroe de la jornada, al anotar ambas conquistas. El partido de vuelta de la decisiva serie se disputará este viernes.
El Alajuelense y el Herediano no solo se juegan la corona. También, el sitial de segundo equipo más ganador del país centroamericano. El Alajuelense es el segundo equipo con más títulos en Costa Rica con 30, mientras que el Herediano, que tiene 29, podría igualarlo si sostiene la ventaja. El más ganador del país es el Saprissa, con 40 consagraciones.