El niño prodigio del tenis lo hizo de nuevo y se ganó una ovación de proporciones en el Masters 1000 de Toronto. Carlos Alcaraz mostró lo mejor de su talento, para quedarse con el segundo set y ponerse arriba en el momento en qué más lo necesitaba.
El número uno del mundo se enfrentaba con el estadounidense Tommy Paul, por un boleto a las semifinales del torneo canadiense, y las cosas no le estaban saliendo bien. El americano, 14 del ranking ATP, se mostró muy sólido durante el primer set y se lo llevó por 6-3.
Marcador que frustró a la estrella española y que lo hizo lanzar su raqueta al banquillo, cuando iba al descanso. Para alegría de los amantes del tenis, el hispano se recuperó para la segunda manga y logró mantener su servicio hasta el noveno game.
Fue allí, y cuando la cuenta iba 0-40, cuando Carlitos hizo que todos los asistentes al encuentro se pusieran de pie y lo ovacionaran a rabiar, pues cerró un punto complicado con la “Gran Willy” (ver video). Era su primer quiebre, el momento justo para colocarse 5-4 arriba y con el saque a su favor cerraría la serie. 6-4 y todo quedaba igualado.
Lamentablemente para él, en el tercer set volverían las lagunas. En el quinto juego, Paul logra capitalizar un break point y se pone 4-2. Positivo demoledor para el europeo, ya que que su rival sólo debió mantener su servicio y logró llevarse el partido y la clasificación.
Una verdadera hazaña, pues Alcaraz no perdía desde la frustrada semifinal de Roland Garros, cuando una lesión le impidió jugar con todo su potencial frente a Novak Djokovic. Luego ganó Queens y Wimbledon y ahora vuelve a caer tras varias semanas invicto.