Sufriendo sin necesidad, un gen suyo muy característico, el Atlético de Madrid reforzó su liderato en la Liga española con una victoria ante la Real Sociedad (2-1). A falta de dos jornadas para la conclusión del torneo, los rojiblancos se mantienen en lo alto de la tabla con 80 puntos, cuatro más que el Barcelona, seis más que el Sevilla y cinco más que el Real Madrid, que tiene que jugar aún su partido de la fecha, el verdadero enemigo en estos momentos para arrebatarle el título. Los de Zidane visitan hoy al Granada (16.00 horas).

Los de Simeone salieron lanzados a por el partido. Con una presión muy arriba, ahogaron a la Real y fabricaron una catarata de oportunidades de gol. No fue hasta el minuto 16′ que logró alojar una en la caja. Un centro pasado de Marcos Llorente que Carrasco amortiguó y remató de puntete con la derecha. 12 minutos después, y ya más bien a la contra, tras un servicio largo de Oblak, Correa, de tiro cruzado, asistido por Luis Suárez, agrandó la ventaja y cerró el resultado. O eso creyó equivocadamente el Atlético.

La Real Sociedad no se encontraba pero empezó a tirar de posesión. Sin meter en demasiados apuros a un equipo rojiblanco, que cree sentirse cómodo amontonado junto a su arquero de oro, sí se las apañó para lograr esporádicos remates. Todos ellos se encontrban contra un Oblak inconmensurable. Al descanso se llegó con esa renta de 2-0 sobre la que los rojiblancos se acostaron.

Aunque la pelota siguió siendo de la Real Sociedad en el segundo tiempo, el marcador vivió al principio más cerca del 3-0 que del 2-1. Pero Luis Suárez está reñido con el gol pese a lo que cuenta su leyenda. La Real se fue creciendo con un Portu sensacional y escurridizo, que tuvo en Oblak a su bestia negra. Tras una sucesión de oportunidades, a la salida de un córner, Zubeldia, solo en el área chica, empujó a placer para meter nervios al líder. Corría el minuto 83.

El Atlético había empeorado con sus sustituciones (Joao Felix por Correa, Kongdobia por Sául y Lodi por Suárez) y la Real, en cambio, se había agrandado con las suyas. La entrada del goleador Zubeldia, Merquelanz, Pacheco y Bautista dio ideas a la Real, que terminó arrinconando a los madrileños y obligándoles a pasarlo mal hasta el minuto 90. Cuando el colegio pitó el final, Simeone gritó desahogado. Partido a partido, y ya solo le quedan dos, el título le parece más cerca.