El baile de Hudson

Benjamín Hudson

El año pasado fue redondo para Benjamín, pues alcanzó el tercer lugar mundial en flatland. A dos semanas de viajar a Japón para competir en el circuito mundial, el rider conversa con La Tercera sobre su desconocido deporte.



Benjamín Hudson, 22 años, practica flatland, que en castellano significa tierra plana. Una disciplina del ciclismo que consiste en realizar maniobras sobre una superficie lisa, sin obstáculos. Un deporte poco conocido, que recién esta semana fue admitido por la Unión Ciclista Internacional. En Chile cerca de 80 deportistas lo practican, y entre ellos, él se alza como uno de los pioneros del país.

Hudson aprendió a andar en bicicleta siendo pequeño, y se convirtió en un hobbie que compartía con su papá. A medida que fue creciendo, la modalidad acrobática del BMX le llamó la atención, y con el tiempo comenzó a hacer trucos. Un año después supo que lo que él hacía tenía nombre: flatland. "Para mí, el flat es un baile, no es un deporte extremo, es artístico. La originalidad, la fluidez y la técnica están presentes", dice, junto a su bicicleta.

Pasaron los años, y Hudson salía a pedalear luego de clases, miraba videos y creaba sus propios trucos, sin imaginar que un par de años después se convertiría en el tercero del mundo. "Era más cool que sólo andar en bicicleta, podía salir con mis amigos. Y como podía hacerlo en la calle, era ideal".

Hoy se dedica cien por ciento al flat, pero lograrlo fue difícil. Su familia no quería, y lo cierto es que tampoco tenían mucha fe. "Cuando tenía 15 vino un rider canadiense y me vio andar. Luego se acercó y me dijo: 'Tienes buen nivel. Si sigues así cuando cumplas 18 puedes venir conmigo a China a hacer unos shows, y te pagan'. Me quedé con eso, con su palabra, seguimos en contacto y me afirmé de él. Yo no quería estudiar, me quería dedicar al flat. Le pedí a mis papás que me dieran un año, pero no me creían, y tampoco lo entendían. No me creyeron que iba a ir a China hasta ese mismo día, cuando me tenía que ir al aeropuerto", recuerda.

Ese momento fue clave en su carrera, le abrió puertas y fue el comienzo de todo. "No sabía muy bien a qué iba, pero aproveché la oportunidad. Era la mía, así que partí. Gané plata, empecé a viajar a distintos torneos y me convertí en profesional", afirma sonriente.

A pesar de que en Chile el flatland no es un deporte popular, Benjamín asegura que no hay excusas: "De que se puede, se puede. Si tienes una bicicleta, ya está. Se practica en el piso. Este deporte no es sólo talento, es trabajo y esfuerzo".

Fluido. Así define Benjamín su estilo. Y es que al verlo sobre la bicicleta, esa es la sensación que da, que todo fluye, así de simple. Apoya el pie en un pedal, y comienza a girar sobre una rueda en 360 grados, y de un segundo a otro, da vuelta el rumbo, y cambia de posición y se para sobre la rueda. Un verdadero baile, a veces más lento y otras más rápido, en que Hudson y su bicicleta se entienden a la perfección. "Me desconecto de todo", afirma el rider.

A su corta edad ya se prepara para viajar a Japón a disputar la primera fecha del Circuito Mundial de Flatland BMX, en mayo irá a Francia, en julio a Canadá y en septiembre a Hungría, en busca del primer lugar del ranking. El peak de la disciplina es entre los 26 y 28 años, por lo que a Benjamín aún le queda pista, pero afirma que su objetivo va más allá de las medallas: "Quiero que trascienda de los logros personales, quiero dar a conocer el flat. Puedo volver a Chile con el tercer lugar, pero no saben qué es. En un deporte como este, todos apuntamos a masificarlo".

Benjamín tiene el foco puesto en llevar el flatland a todos los rincones de Chile, y agrega que nunca imaginó que llegaría donde está. "Lo mejor está por venir", dice el rider de flatland número uno del país.

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