El Barcelona explica su complicada situación financiera: “La llegada de Neymar fue el inicio del problema”

El club Barcelona sigue sin poder rebajar la gran deuda estructurar que mantiene la cual es cercana a 1.350 millones de euros, sin contar los 1.500 millones invertidos en el Espai Barça. Claro que el vicepresidente económico de la institución, Eduard Romeu, ha señalado que esta comenzará a reducirse con los “ingresos extraordinarios” que llegarán desde el nuevo Camp Nou.

En diálogo con la prensa española, el directivo apuntó que “hemos reestructurado la deuda hasta diez años”.

“Cuando llegamos hasta se habían borrado los correos electrónicos (de los servidores), pedimos dos años de paciencia en la vertiente patrimonial y en la deportiva y en este último caso hemos acortado un año”, indicó en relación a la afirmación de Víctor Font, candidato en las últimas elecciones, que apuntaba que el club estaba en una situación peor que hace dos años y medio.

En ese sentido, Romeu quiere que el club obtenga “resultados positivos recurrentes sin la utilización de palancas” y aspira a volver a “números negros” en la temporada 2023-24.

Para lograrlo cuentan con un gran respiro. La reducción de la masa salarial que pasa de 708 a 528 millones, sin contar las altas y bajas de jugadores.

También dio a conocer cuál habría sido la situación que desató toda esta problemática. “La llegada de Neymar provocó el inicio del problema, porque se inflaciona todo al realizar un pago desorbitado para un jugador que acaba de llegar. La locura se produce cuando se va, se nos va la pinza”.

También tuvo palabras para referirse a la inscripción de los nuevos jugadores, los que podrán hacerse a partir del 1 de julio. Romeu adelantó que la junta directiva tendrá que avalar por seis millones de euros, porque los recortes previstos en la secciones profesionales no han alcanzado las peticiones realizadas por LaLiga.

“Esas inscripciones se podrán hacer, es algo que no nos preocupa, aunque tengamos que activar ese aval”, insistió.

Otro punto para reducir los gastos ha sido poner fin a Barça TV a finales de este mes como parte del plan de viabilidad del club. Cifró su coste en 14 millones de euros anuales, teniendo un beneficio de solo dos millones. “No es sostenible no económicamente ni por audiencia”, expuso.