Barcelona y Real Madrid protagonizaron un electrizante partido en Dallas. Una nueva versión del Clásico, que de amistoso no tuvo nada, entregó un intenso y atractivo espectáculo en suelo norteamericano. Finalmente, el conjunto culé goleó a su máximo rival, por 3-0.
Fue un partidazo, de principio a fin. Tanto Xavi como Carlos Ancelotti sobrepoblaron el mediocampo, en un preludio de lo que serán sus equipos para la temporada. Habrá cambios, lógicamente, pero todo indica que pararon a sus oncenas estelares. La única variante que podría existir es la posible llegada de Kylian Mbappé a las filas merengues o la salida de Ousmane Dembélé al PSG.
En ese sentido, la incorporación del galo sería trascendental, sobre todo de cara a puerta. Y es que el Real Madrid sufrió con la ineficacia en ofensiva. Tuvieron 29 remates, de los que cinco terminaron incrustados en los postes, y no marcaron ningún tanto. Además, Vinicius Junior falló un penal, lo que agudiza la problemática.
El cuadro blaugrana, en tanto, fue más efectivo. Dembélé, Fermín López y Ferran Torres fueron los goleadores para el elenco de Xavi. En el primer cuarto de hora, el francés rompió el cero tras una jugada de laboratorio liderada por Pedri. Así, consolidó el gran arranque del Barcelona, que ha ganado la pulseada en los tres enfrentamientos que se han desarrollado en Estados Unidos entre ambos elencos.
El Madrid salió del letargo y arremetió contra el equipo culé, que logró resistir los embates y buscó hacer daño a través de transiciones rápidas. Los merengues tuvieron ocasiones de sobra para descontar, pero no estuvieron finos en la definición y se fueron al descanso en desventaja. La ausencia de un goleador se nota.
La intensidad fue altísima, impropia para un encuentro de pretemporada. El contexto de amistoso quedó en España y ambos salieron a buscar el duelo. Muestra de esto es las salidas anticipadas de Ferland Mendy, en la Casa Blanca, y de Andreas Christensen e Ilkay Gundogan, en el blaugrana. Todos abandonaron el terreno en el primer tiempo, resguardándose de alguna posible lesión.
El complemento arrancó como el primer lapso, con el Barcelona dominando. No obstante, poco a poco se equilibraron las acciones. Hubo ocasiones para ambos lados, pero ninguno logró ser efectivo. Los múltiples cambios, sobre todo del blaugrana, embrollaron el trámite.
A falta de seis minutos para el cierre, Fermín, juvenil del conjunto culé, marcó un verdadero golazo. El volante capturó un rebote en la medialuna y sacó un zurdazo que se coló en el ángulo. El jugador de 20 años ha sido una de las sorpresas en la pretemporada del equipo, sorprendiendo a Xavi, quien ya indicó que lo tendrá en cuenta durante el año.
Tras asistencia de López, Torres sentenció la goleada en el primer minuto de descuento. Demasiado castigo para el merengue, que pecó de sus falencias en la ofensiva. “El resultado es muy favorable, pero no significa que hayamos hecho un súper partido. Estoy satisfecho de cómo competimos, pero hay que mejorar muchísimas cosas y, en muchos momentos, nos parecimos a lo que queremos ser (...) Creo que el resultado podía haber sido otro. Es engañoso. No debemos lanzar las campanas al vuelo”, señaló el otrora volante tras el duelo.