Ni el más optimista de los fanáticos alemanes podía prever semejante desenlace. Fue un sometimiento el del Bayern Múnich al Barcelona, una actuación maciza que permite presentar grandes credenciales para ser el nuevo campeón de Europa. Un 8-2 que viene a refrendar el dulce momento de los bávaros, que ya tienen dos títulos en el año: la Bundesliga y la Copa de Alemania. Pero ganar la Champions da otro caché.
El gigante bávaro es el primer equipo en anotar ocho goles en un partido de eliminación directa de la Liga de Campeones. Suman nada menos que 155 tantos en 50 partidos de la temporada, lo que arroja un promedio de 3,1 por encuentro. Parte del éxito del Bayern radica en su entrenador. Hans-Dieter Flick, más conocido como Hansi, de 55 años, fue nombrado como el entrenador interino del Bayern en noviembre de 2019, reemplazando a Niko Kovac (hoy en el Monaco de Guillermo Maripán), quien se fue por malos resultados. Su positivo desempeño le permitió llegar hasta el final de la temporada y, más tarde, la directiva decide ampliar su contrato hasta 2023.
Ha sido todo un hallazgo, porque revitalizó al equipo. No por nada exhibe un invicto desde fines del año pasado. La última derrota del club fue el 7 de diciembre, 2-1 con el Borussia Mönchengladbach por la liga. Después, lleva 28 encuentros sin perder. Y los últimos 19 son solo victorias.
Thomas Müller, elegido como el MVP del partido, dijo: “Es difícil de explicar. Nuestro equipo está en una forma increíble. Gracias por el trofeo de Jugador del Partido, pero tenemos 12 o 15 jugadores que merecen esto. Trabajamos con tanta intensidad que es difícil ganarnos”.
Son muchas cosas las que se pueden destacar de este Bayern Múnich. Flick dispuso de algunos cambios que le resultaron, como poner a David Alaba, un lateral, como central izquierdo, para acompañar a Boateng. Eso le dio paso al joven canadiense Alphonso Davies para ser el lateral. Una verdadera bala por su carril. Así lo demostró desbordando con claridad a Semedo para generar la jugada que acabó en el gol de Kimmich, el quinto de la noche en Lisboa. Si hay un ítem que aprovecha bien el equipo muniqués es la velocidad para atacar. Para eso tiene a Serge Gnabry y a Ivan Perisic, quien reemplazó a Kinglsey Coman. Y pensando en la próxima campaña, ya contrataron a Leroy Sané, otro revulsivo para la ofensiva.
De todas maneras, el nombre propio de la temporada es Robert Lewandowski. El polaco tiene 54 goles en 45 partidos, el mejor curso de su carrera. Por lo mismo, no fueron pocos quienes se lamentaron la cancelación del Balón de Oro porque le asignaban mucho favoritismo al ex Borussia Dortmund.
Sin derrochar dinero como otros clubes de la élite futbolística y económica (PSG, Manchester City o hasta el propio Barcelona), la aspiración es volver a gobernar en Europa porque a nivel doméstico no hay equipo que les genere contrapeso. Alguna cosquilla puede ser, pero aún no le arrebatan el cetro. En 2013 ganaron su última Orejona en Wembley, con Jupp Heynckes en la banca.