El berrinche del expulsado Mario Salas para cargar contra el arbitraje: “¡Nos van robando de a poco!”

Everton y Ñublense protagonizaron un apretado encuentro en el Sausalito. Los ruleteros se impusieron por 3-2, en un duelo donde el técnico de los Diablos Rojos se llevó todas las miradas.

Mario Salas observó casi todo el segundo tiempo desde la tribuna del estadio viñamarino. Braian Martínez y Bayron Oyarzo anotaron en la primera etapa, mientras que Rodrigo Contreras marcó el 2-1 parcial para los locales mediante un lanzamiento penal. El Comandante no quedó conforme con la decisión del juez Reinerio Alvarado, que también significó la segunda amarilla y expulsión para Bernardo Cerezo. Los chillanejos se quedaron con diez elementos y se fueron perdiendo al descanso.

El complemento arrancó, pero al técnico le seguía dando vueltas el cobro del réferi. De hecho, no tardó en recordarlo: “¡Hey, hey! Es un robo hormiga. ¡Dale, dale, dale!”, gritó el otrora estratega de Magallanes. Sin embargo, cuando el juego se detuvo, el colegiado se acercó y lo expulsó, algo que desató la ira de Salas. En vez de abandonar rápidamente el campo, el Comandante prefirió continuar con la polémica.

Salas, notoriamente molesto por los cobros, continuó con sus quejas con Juan Lara. El colegiado, que ofició de cuarto árbitro, le explicó su expulsión: “Mario, tú sabes lo que gritaste”, indicó. El técnico, en tanto, prefirió seguir con la discusión. “¡Pero si nos van robando de a poco! (...) ¿Pero por qué, hue...? No, Juan, córtala. Ustedes no son las figuras, hue... Están equivocados, hue...”, dijo, justo antes de abandonar el terreno de juego. Además, antes de situarse en las tribunas del recinto viñamarino insistió: “¡Estái equivocado tú!”

La discusión se pudo apreciar y escuchar por la transmisión televisiva. Por otro lado, el hecho de que el duelo se disputara sin público también ayudó. Finalmente, el encuentro terminó con una victoria a favor de los ruleteros. Oyarzo, de penal, marcó el empate parcial, pero Contreras nuevamente desequilibró la balanza para los ruleteros.