El Real Betis Balompié jugó este jueves su último partido del año, nada menos que ante el sorprendente Girona, el líder de la liga española. En su retorno al estadio Benito Villamarín luego de la frustrante eliminación de la Europa League, a manos del Rangers de Escocia, el equipo de Manuel Pellegrini reaccionó a tiempo para sacar un empate 1-1.
Los béticos llegaron al duelo con una hilera de tres partidos sin ganar, con dos empates (1-1 con el Real Madrid y 0-0 ante la Real Sociedad) y una derrota (la citada ante los escoceses). Por lo mismo, no llegó en el mejor momento el enfrentamiento contra el puntero de la competencia y uno de los equipos que muestra mejor fútbol en el campeonato ibérico. Muchos han debatido respecto a cuánto durará este club catalán peleando arriba con los poderosos del país, como el propio Madrid, el Barcelona o el Atlético. Hasta la fecha, no claudica.
Fue precisamente el Girona el que comenzó ejerciendo un dominio, mientras los verdiblancos estaban acorralados en su campo. Los movimientos de la escuadra que dirige Michel dejaban sin respuesta a los locales. Paulatinamente, el Betis empezó a salir más arriba y a generar peligro en el área contraria. Tanto Ayoze, en los 20′, como Diao, en los 24′, fallaron en la definición. De a poco, las acciones se equipararon.
Una jugada evitable le permitió al Girona encontrar la apertura de la cuenta. En los 37′, se sanciona un penal por falta de Aitor Ruibal (quien ingresó en el cuarto de hora por el lesionado Bellerín) en contra del habilidoso Sávio. Ejecutó el ariete ucraniano Artem Dovbyk y derrota al portugués Rui Silva (Claudio Bravo sigue out) para el tanto de los forasteros, que terminaron la primera parte con más remates a portería y mayor posesión que los andaluces.
Para el complemento, el Betis del Ingeniero Pellegrini lo fue a buscar sin mucha claridad. Nunca se le hizo cómodo el partido a los locales. Los movimientos ofensivos no le entregaban espacios, ni tampoco podía dejar agujeros en el fondo para que el Girona cerrara la contienda. Lo bueno para el Betis, dentro de un partido complejo, era que los catalanes no llegaban al segundo y que la diferencia seguía siendo mínima.
Ya en el final, cuando los béticos no tenían por dónde, alcanzaron la igualdad gracias a la pelota detenida. Luego de un córner y que el Girona no logró despejar el balón de su área, el argentino Germán Pezzella remató y puso el 1-1 en los 88′. De manera indirecta, el gol también se festejó en el Santiago Bernabéu. Dentro de todo, es un punto ganado para los pupilos del Ingeniero, por la incomodidad que tuvo el juego y porque le sacó una unidad al líder de la competencia.
Por otra parte, el vaso medio vacío indica que los verdiblancos llegan a cuatro partidos sin ganar de manera consecutiva. En LaLiga suman 28 puntos en 18 partidos (seis triunfos, 10 igualdades y dos derrotas). De momento, están a tres unidades de la zona de clasificación a las copas.
Se acabó la actividad en 2023 para el Betis. Después de las fiestas, reanudará su participación en el torneo de Primera División el próximo 3 de enero, cuando visite a un complicado Celta de Vigo.