El bochorno de Blanco y Negro queda en nada. El Ministerio Público decidió el cierre de la investigación relativa a la presunta agresión del director Carlos Cortés en contra de Aníbal Mosa, el presidente de la concesionaria, durante la sesión de directorio de febrero, que se celebró el 12 de marzo en la Casa Alba, el recinto que acoge a los futbolistas del Cacique en formación y que suele utilizarse, también, como lugar de reuniones en el club popular. La petición fue acogida por el 13º Juzgado de Garantía de Santiago. Sin embargo, Cortés fue formalizado y luego se decretó la suspensión condicional del procedimiento. El director de ByN no deberá formalizado por un nuevo delito dentro del periodo de observación de un año, deberá fijar domicilio y además no deberá acercarse violentamente a Mosa.

La Fiscalía había pedido formalizar a Cortés en esta jornada. Mosa había presentado una querella criminal en contra del jurista, quien integra el bloque opositor a su gestión. Acusó delitos de lesiones menos graves y maltrato corporal relevante a adulto mayor, invocando su edad (59 años) y el contexto de subordinación institucional en que ocurrió la agresión.

La suspensión

El ente persecutor determinó que no existían suficientes antecedentes como para perseverar en la formalización de cargos contra Cortés. “Hoy se puso término al proceso por parte del Ministerio Público y fue aprobado por el tribunal. Eso, sin perjuicio de los procesos que se iniciaron contra los testigos falsos presentados en mi contra”, manifestó el directivo a El Deportivo.

La división se produce justo en la antesala de un mes decisivo para el club y la concesionaria. El 19 de abril, los albos celebran el centenario de vida institucional. A fines del mismo mes, está convocada la Junta de Accionistas que puede determinar movimientos en la mesa de la concesionaria. La instancia fue forzada por la renuncia de Alejandro Droguett, representante del Club Social y Deportivo.

El lío

La reunión en la que, entre otras materias, se conoció el informe de la empresa de arquitectura que diseñó la remodelación del estadio Monumental, llegó a su momento más álgido cuando Mosa anunció la contratación de Gustavo Poblete para la gerencia de Operaciones. Cortés le recriminó que la determinación no había sido consultada con la mesa y le manifestó su molestia por llevar el tema prácticamente resuelto, casi a modo de anuncio.

En ese momento, según describieron testigos de la situación, la temperatura se elevó, al punto de que Mosa desafío a Cortés a resolver “afuera” las diferencias. En términos prácticos, a enfrentarse a golpes. Cortés se alteró en la misma proporción y se abalanzó sobre el mandamás. “Tras casi 2 horas de reunión, propuse el nombramiento del Sr. GUSTAVO POBLETE como Gerente de Operaciones de BYN y Colo-Colo, ante lo cual los Directores pertenecientes al denominado Bloque Vial manifestaron su descontento, por lo que empezó una discusión verbal al respecto y el tono de la misma fue elevándose, oportunidad en que el querellado CARLOS CORTÉS se paró de su asiento de manera violenta, dio vuelta a la mesa y se dirigió a mi persona, momento en que fue frenado por algunos de los participantes de la reunión”, relata Mosa en la querella.

Mosa acusó golpes de puño en el rostro y patadas en el tobillo izquierdo, lo que derivó en una caída. Minutos después del incidente, se le vio abandonando la clínica Bupa, de La Florida, en silla de ruedas y con bota inmovilizadora y cuello ortopédico. Se le diagnosticó contusión cervical derecha, erosión dorsal izquierda y un esguince grado II. Paralelamente, el portomontino constató lesiones, interpuso la respectiva denuncia y, luego, una querella criminal. “En definitiva, el querellado me atacó y me golpeó de manera violenta, en un contexto de estar realizando una Sesión de Directorio Ordinario y por diferencias de opinión en el nombramiento de un Gerente, provocándome lesiones correspondientes a una contusión en la zona derecha de mi cuello, un corte en la piel en la parte izquierda de mi espalda y un esguince grado II en mi tobillo izquierdo, todo lo cual quedó registrado en video y que se puede corroborar con la declaración de los presentes en dicha reunión, tratándose de hechos que, por lo demás, han sido largamente difundidos en los medios de comunicación y redes sociales”, sostiene el escrito.

La versión del empresario sureño fue ratificada por otros dos directores, Matías Camacho y Alejandro Droguett, representantes del Club Social y Deportivo albo, ambos presentes durante el incidente. El más directo fue el primero, quien habló de una “agresión directa”.