Mick Schumacher la sacó barata tras el accidente que sufrió en la previa del Gran Premio de Arabia Saudita de la Fórmula Uno. Sin embargo, Haas no corrió la misma suerte. La escudería a la cual representa al hijo del heptacampeón Michael sufrirá un duro golpe en su bolsillo, debido al elevado costo que deberá desembolsar para reparar el vehículo del piloto, quien salió ileso del incidente.
El alemán se salvó de milagro en la Q2 de la clasificación de la segunda prueba de la temporada. Pese a lo impactante que se vio cuando en la curva 12 perdió el control y chocó contra uno de los muros que rodean el circuito de Jeddah, salió intacto, sin consecuencias físicas, por lo que pudo retirarse caminando del lugar luego de lo ocurrido. No obstante, quedó fuera de la carrera del domingo, luego de que su auto quedara destruido, incluso, partiéndose en dos cuando fue retirado de la pista en grúa.
El hecho, sencillamente, fue escalofriante. Tanto así que la transmisión decidió no exhibir la repetición del hecho hasta que se confirmara su gravedad. Apenas se confirmó que Schumacher estaba en buenas condiciones, estas se pudieron ver, aunque recién el domingo se apreció la perspectiva de la cámara ubicada al interior del carro.
Tras realizar las evaluaciones correspondientes, en Haas ya asumieron que los costos que deberán asumir por los daños causados al vehículo serán altos. Así lo manifestó el director del equipo estadounidense, Guenther Steiner. “El chasis en sí no parece estar roto. Las infraestructuras laterales sí, pero puedes cambiarlas. Obviamente, necesitamos hacer una revisión completa del chasis, pero no parece tan mal para ser sincero. El motor, por lo que me han dicho desde Ferrari, parece que está bien. La batería también... Pero todo lo demás está roto”, dijo el italiano.
“Creo que el coste sigue siendo bastante alto porque toda la suspensión se ha roto. No sé cuánto dinero, pero con estos coches, entre la caja de cambios, todo el chasis, los conductos del radiador, diría que costará repararlo entre medio millón de dólares y un millón”, añadió, en diálogo con el medio The Race.
Finalmente, Steiner lamentó la pérdida económica que le significará a la escudería asumir la reparación del automóvil. “Tenemos una cantidad apartada, pero en un equipo de carreras nunca puedes apegarte a tu presupuesto como en un negocio comercial normal, porque existe este riesgo. Obviamente tienes reservas, pero si sufres dos o tres como este, rápidamente tu contingencia desaparece y llegan las pérdidas. Así que sólo tienes que administrar tus recursos. No obstante, espero que no tengamos muchos más accidentes”, concluyó.
En Haas esperan que el vehículo ya esté en óptimas condiciones para el Gran Premio de Australia, la cual será la tercera carrera del año en el Mundial de la F1 y se desarrollará el domingo 10 de abril.