Poco después de esta medianoche, a la 1.35 de Chile (6.35 en Irlanda del Norte), se escuchará el primer golpe en el 148º The Open, el abierto británico que cerrará la temporada de majors del golf mundial. En esta edición, después de 159 años de historia, habrá por primera vez un chileno en el field. El nombre de Joaquín Niemann se convertirá de paso en el único nacional presente alguna vez en todos los "grandes".
El desafío es enorme. Los Open se disputan siempre en campos tipo link, es decir, sin árboles y a orillas del mar, con presencia de brisa. Royal Portrush no es la excepción y aunque el mar toca el vecino campo Valley y no el Dunluce, sede del evento, no hay mayor diferencias.
"Es una cancha muy distinta a la que estoy acostumbrado a jugar, hay que aprovechar bien los días de práctica para acostumbrarme un poco y saber por dónde errar los tiros a greens. Hay lugares que no son muy fáciles, hay up and down", comenta Niemann desde Irlanda del Norte.
"Los fairways no son anchos y tiene bastante subida y bajada", analiza el español Sergio García. Efectivamente el recorrido del torneo es especialmente ondulado, característica que dificultará el juego a los golfistas, pero facilitará la vista a los espectadores, que siempre mirarán desde lo alto.
El mexicano Abraham Ancer asegura que "hay que ser muy paciente, las condiciones pueden no ser la deseadas, siempre hay que tener la mente fría. Hay que estar en el fairway, porque el rough está criminal".
Hoy los jugadores tendrán la última oportunidad de probar el recorrido. Conocer algo al menos de Portrush se está convirtiendo en clave esta semana.
El italiano Francesco Molinari, defensor del título, dice sentirse a gusto en el campo que conoció en el Abierto de Irlanda 2012, cuando fue 10º. Ese torneo lo ganó Jamie Donaldson y lo jugó Felipe Aguilar (ver infografía).
"Si no hay viento, le pueden hacer muy pocos golpes. Ir temprano le puede jugar muy a favor a Joaco, porque, si no llueve, a esa hora hay menos viento y les puede sacar mucha ventaja a los de la tarde", asegura el chileno. A las 6.36 de este jueves y a la 1.35 de la madrugada del viernes, en horas de Chile, se iniciarán las rondas del talagantino (ESPN y Golf Channel alternarán y cubrirán completa cada ronda).
Tiger Woods también está preocupado. "Mi juego no está tan fino como a mí me gustaría", dijo esta semana y por lo tanto le pidió a su compatriota Brooks Koepka entrenar juntos, pero no hubo respuesta hasta ayer. Es que Ricky Elliot, el caddie de Koepka es norirlandés y conoce bien Royal Portrush.
Pero el campeón de cuatro majors no se confía solo en eso y relató la diferencia que significa para él jugar un "grande": "En el PGA, uno llega el martes por la tarde y el miércoles toma los palos. En los majors me gusta jugar la semana anterior y encontrar el ritmo. Aquí llegué el viernes para practicar".
La calma del local
Más tranquilo tal vez esté Rory McIlroy (30, en la foto). Él no solo es norirlandés, sino que a los 16 años rompió el récord de campo en Royal Portrush haciendo 61 golpes (-11).
Así se arma la semana previa al último major del año. Con historias como las de Gary Woodland, quien casi se queda en Estados Unidos, pues su mujer dará a luz gemelos en pocos días. Tal vez Gary se desaparezca de un día a otro de Portrush. O tal vez sea protagonista.
Nadie lo sabe con anticipación. El mismo Niemann conocerá desde la madrugada de este jueves su lugar en la historia del más antiguo de los majors.