Fue Thorgan Hazard, y no Eden, el héroe de Bélgica ante Portugal. Fue el hombre cuyo remate hizo la diferencia en un partido apretado, no siempre bien jugado, entre dos potencias que aspiraban al título. Una de ellas, ni más ni menos, era la campeona vigente y tenía en sus filas a goleador histórico de las selecciones: Cristiano Ronaldo.
No se necesitó más que un zapatazo del hombre del Borussia Dortmund para avanzar a cuartos de final, porque en partidos como estos son los detalles los que hacen la diferencia. Bélgica y Portugal chocaron con fuerzas parecidas en Sevilla y ninguno lograba imponer su juego, aunque el trámite del compromiso parecía beneficiar mayormente a los lusos. Eso, hasta el 42′, cuando Hazard remató desde la izquierda una pelota inatajable para Rui Patricio.
De ahí en más, todo fue del vigente campeón. El planteamiento de Roberto Martínez le cedió la iniciativa a Portugal y la lesión de Kevin De Bruyne, obligado a salir en el 48′, conspiró a eso todavía más. Pero Cristiano Ronaldo no desequilibró y siempre fue derrotado por la línea de tres belga. No tuvo ninguna oportunidad de gol más allá de un potente remate de tiro libre en el primer tiempo, que Courtois despachó sin dificultades.
Los Diablos Rojos aguantaron cuanto pudieron y fueron bendecidos con una brillante actuación de Courtois, que estuvo notable y bien ubicado para detener un cabezazo imponente de Rubén Días. Y es que Portugal apostaba al centro y a la pelota parada para encontrar la paridad y empujar la prórroga. Bélgica, en tanto, descansaba en los pies de Lukaku, quien si bien no anotó, dio una clase de cómo jugar de espaldas y aguantar una pelota.
Portugal y Cristiano se despiden de la Euro, aunque el delantero de la Juventus no se va con las manos vacías. En esta competición se transformó en el máximo goleador de la historia de selecciones, con 109 goles.
En cuartos de final, Bélgica chocará con Italia.