La selección de Francia impuso su jerarquía en su debut en el estadio Al Janoub de Al Wakrah. El campeón del mundo comenzó en desventaja ante Australia, pero dio vuelta el marcador de manera notable para terminar con una goleada de 4-1 que suena hasta mezquina por lo que ocurrió en el cierre de la primera fecha del Grupo D.
Era un martes de terror. Si no que lo diga Argentina, que cayó de manera estrepitosa ante Arabia Saudita. El cuadro galo iba por el mismo camino en el inicio de su duelo ante los oceánicos.
Antes de los 9 minutos, los sorprendentes Socceroos, los mismos que dejaron a Perú fuera de la Copa del Mundo, vencía por la cuenta mínima con gol de Craig Goodwin. Lo peor, tras el enganche del autor de la asistencia Mathew Leckie, el lateral francés Lucas Hernández quedó en el suelo y salió de la cancha acompañado de los paramédicos.
Dos malas noticias en una sola jugada. Los mismos fantasmas qataríes que nublaron a los transandinos se cernían sobre el actual monarca que, con muchas dudas, no encontraba la vuelta al empuje de un rival más esforzado que vistoso.
El peso de las grandes ausencias completaba la ecuación. Sin embargo, las individualidades del equipo del Gallito solo estaban dormidas. En menos de cinco minutos, los dirigidos de Didier Deschamps impusieron su jerarquía y dieron vuelta un partido que se tornaba complicado.
A los 27 minutos, después de un córner, un centro de Theo Hernández -el reemplazante de su lesionado hermano Lucas- puso el balón en la cabeza de Rabiot, quien cambió la dirección en el centro del área para derrotar al meta Mathew Ryan del Copenhague danés.
El volante de la Juventus, autor del empate del campeón, fue clave en la segunda conquista. Apretó la salida oceánica y tras un taco de Kylian Mbappé, habilitó a Olivier Giroud para el 2-1.
Después del segundo, el equipo europeo se soltó y estuvo muy cerca de anotar el tercero. Giroud y Mbappé fallaron de manera evidente, para darle otro ritmo al partido.
Sin embargo, en el filo del descanso, un cabezazo del australiano Jackson Irvine puso una cierta dosis de incertidumbre al resultado, cuando la pelota se paseó por el arco de Hugo Lloris y dio en la parte externa de su vertical derecho.
Llegó la goleada
En el segundo tiempo, los pupilos de Deschamps no hicieron más que confirmar que, pese a las bajas, la riqueza de su plantel tiene la capacidad suficiente para imponer sus términos.
A los 50 minutos, una chilena de Giroud estuvo al borde de aumentar las cifras. Sin embargo, el gran rendimiento de los galos está en las orillas. Así nació el tercero, a los 67′, tras un gran centro de Ousmane Dembelé que Mbappé cabeceó en el punto penal.
Cuatro minutos más tarde, la otra banda fue la protagonista. Esta vez, la estrella del Paris Saint-Germain fue la que desbordó por la izquierda, ganó línea de fondo y encontró la definición perfecta para el segundo de Giroud y el 4-1.
Un tanto histórico, ya que el atacante de Milan jugó su partido número 115 con la camiseta de Francia y logró su gol número 51, los mismos que Thierry Henry, el artillero histórico de la selección gala.
En los minutos finales, el monarca confirmó su superioridad, pero no pudo hacer más abultada la goleada. Los cambios desvirtuaron un tanto el partido y el cuadro de Les Blues se conformó con este estreno.
De paso, el cuadro del Gallito presentó credenciales como uno de los favoritos para lograr el bicampeonato consecutivo después de 70 años. Por de pronto, Francia se medirá el sábado a Dinamarca a las 13:00 horas, en la segunda fecha del Grupo D.