En un hecho pocas veces visto en el fútbol chileno, el Clásico Universitario pasará a la historia por haberse comenzado en una ciudad y terminado en otra. De no haber sido por la delincuencia dentro del estadio Elías Figueroa, Martín Parra no hubiera sido afectado por una bomba de ruido y el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Chile ente Universidad Católica y Universidad de Chile no se suspendía. Sin embargo, después de muchas declaraciones y pedidos de sanciones, lo cierto es que se decidió completar los 84 minutos restantes y que el clasificado a semifinales se definiera en la cancha.
Si ya fue controvertida la medida de haber optado por completar los minutos restantes, más compleja resultó la búsqueda de un nuevo estadio para albergar el cotejo, ya que la Delegación Presidencial de Valparaíso se opuso tajante a autorizar el duelo. Así se buscaron otras opciones y se llegó al estadio El Teniente de Rancagua. No obstante, Fabio López, el delegado presidencial de la Sexta Región, negó la aprobación, argumentando como una de las razones el duelo por el asesinato de un hincha de O’Higgins tras el partido ante Unión Española.
Ante la repentina negativa de la autoridad tras haber manifestado su disposición, la ANFP y los clubes intensificaron las gestiones, y finalmente López echó pie atrás y visó la realización del evento, poniendo como condición que ambos equipos viajen directo desde Santiago, que porten un brazalete negro en homenaje al fallecido simpatizante y se lleve a cabo un minuto de silencio en su honor.
En la UC, no gustó mucho la decisión de jugar sin público. De hecho, el DT Ariel Holan lo lamentó. “Es lo que toca, la motivación ya se encuentra por la instancia y porque es un clásico. El jugar sin gente es una picardía, pero así son las cosas”, se resignó a señalar. “Es un partido que para nosotros es muy importante, al igual que los partidos de campeonato. Tenemos un pie en cada lado, es difícil priorizar una competencia sobre otra. Siempre hay que hacer ajustes por el tema reglamentario además (…). Es un clásico en una instancia de copa, ojalá sea un lindo partido, que podamos disfrutar todos”, agregó.
Precisamente entre los ajustes de la última práctica previa al partido destaca el ingreso de Clemente Montes, mientras que Juan Leiva asoma como reemplazante de Luciano Aued y Daniel González podría ocupar el lugar de Branco Ampuero, quien presenta una sobrecarga.
Parra, titular
La gran sorpresa de la U será la titularidad de Martín Parra. Tras la agresión sufrida, el arquero debió cumplir una semana de reposo y paulatinamente se fue reintegrando deportivamente. Sin embargo, pocos apostaban a que sería de los estelares. Y fue el mismo DT azul Sebastián Miranda el que confirmó la noticia.
“Lo único que habíamos pedido como plantel y cuerpo técnico era que Martín pudiera estar presente en la reanudación del partido. Y él hoy está bien e irá desde el inicio, porque se lo merece. Todo esto han sido momentos difíciles para él y por eso debe alinear en este encuentro”, expresó el estratega.
“Es justo que esté, porque fue el afectado. Y si opté por una alineación ese día, era porque había jugadores tocados, lesionados o fuera por la convocatoria a la Selección. Hoy podemos contar con Darío Osorio y Cristóbal Campos, por ejemplo, y tenemos algunos jugadores que vienen con algunas dolencias, por lo que esperaremos el informe médico de esta tarde para saber quienes jugarán ante Católica”, agregó con respecto a la decisión de sumar al exmeta de Huachipato.
El partido de vuelta lo está ganando la UC, con el tanto de Zampedri, previo al incidente. Con este resultado, la llave quedó igualada, por lo que el DT del cuadro laico reconoció que practicaron penales ante un eventual definición: “Por supuesto, porque es una herramienta válida”.