Juan Manuel Insaurralde no escarmienta. Su paso por Colo Colo, al margen de un aporte futbolístico que aún es materia de discusión entre los hinchas albos, dejó varias escenas para cuestionar su espíritu deportivo y el uso de la violencia dentro del campo de juego. En su retorno al fútbol argentino, donde defiende a Independiente, el Carnicero de Macul, el apodo que recibió después del Superclásico de 2019 frente a Universidad de Chile, actuación que fue defendida después por el entonces director deportivo albo, Marcelo Espina, vuelve a hacer de las suyas. Quien paga las consecuencias, esta vez, es el delantero de Boca Juniors Sebastián Villa, quien recibió un malintencionado pisotón de parte del ex zaguero albo.
Transcurrían 38 minutos del encuentro entre los Diablos Rojos y los xeneizes cuando Villa fue a disputar un balón con Domingo Blanco e Insaurralde. En esa acción, Villa recibe dos golpes de parte de Insaurralde. El segundo, evidentemente intencional: un planchazo en plena pierna izquierda, que ni siquiera fue advertido por el juez Patricio Loustau.
Una conducta habitual
Poco antes del pisotón de Insaurralde, había sido el colombiano quien había golpeado en el pecho al ex zaguero del Cacique. Sin embargo, ni siquiera esa acción justifica la violencia de la siguiente, que confirma un patrón de conducta que ya se había evidenciado en otros pasajes de la carrera del Chaco.
De hecho, el recuerdo de ese Superclásico frente a Universidad de Chile, en el que Ángelo Henríquez fue su principal víctima, pero terminó expulsado por reaccionar, revivió otras acciones que el defensor central había cometido apenas en su paso por Chile. Mikel Arguinarena, quien con la camiseta de Barnechea enfrentó al Cacique, relató una fuerte infracción que le cometió Insaurralde y sus consecuencias. “No he podido ni acostarme, me duele mucho. No puedo apoyar la espalda en la cama”, declaró el mediocampista a eldeportivo, días después de la infracción. “Sentí su rodilla en el glúteo. Lo vi venir y salté. Si me pilla con los pies en el pasto me podría haber pasado algo peor... Quise seguir, pero no pude. Ahí me di cuenta de que me había cagado”, añadió el volante ofensivo. Hubo más. Hugo Droguett, volante de Universidad de Concepción, recibió un pisotón de Insaurralde en una acción intrascendente, cerca del banderín del córner.
Entre sus rivales, el Chaco se ganó una mala fama. “Es un jugador que pega siempre sin balón”, declaró el entonces delantero de Audax Italiano Ignacio Jeraldino antes de un partido frente a los albos. En ese encuentro, el atacante fue objeto de una insistente persecución por parte de los defensores del Cacique.
En Argentina, mientras era jugador de Boca Juniors, Insaurralde había protagonizado otros episodios bochornosos. Dos veces terminó trenzándose a golpes con compañeros suyos en entrenamientos: una con Jesús Méndez, en 2010, y otra con Jonathan Silva, en 2017.