Se dio la lógica. Los monarcas de Sudamérica y Europa definirán al ganador del Mundial de Clubes de la FIFA. Este miércoles, el Chelsea superó por 1-0 a los saudíes del Al Hilal, clasificando a la final del próximo sábado, para enfrentar al Palmeiras, que el martes cumplió con su labor al vencer 2-0 a Al Ahly de Egipto.
Si bien clasificó el favorito, el campeón vigente de la Liga de Campeones, la tarea no fue sencilla para los Blues. Sobre todo en el segundo tiempo, el equipo saudí, que era local en Abu Dhabi, supo complicar a los ingleses y tuvo chances para estirar el duelo hasta la prórroga. En ese sentido, un sostén del Chelsea fue el arquero Kepa Arrizabalaga. El vasco fue el titular, considerando que el senegalés Edouard Mendy se unió tras consagrarse con su selección en la Copa Africana de Naciones.
El único gol del partido fue en el minuto 32, obra de Romelu Lukaku. El ariete belga capturó un rebote en un rival y no perdonó dentro del área. El cuadro de Thomas Tuchel fue el amplio dominador durante los primeros 45′, sin embargo la diferencia fue exigua en el marcador.
Pase lo que pase en la final del sábado, habrá un campeón inédito. Palmeiras jugará su primera final, considerando que en la edición pasada quedó apenas cuarto. Por su parte, el Chelsea tendrá su segunda definición. En 2012, perdió por 1-0 con el Corinthians, en Japón.
El cruce entre verdes y azules implica la cuarta definición entre brasileños e ingleses por el Mundial de Clubes (el certamen surgió en el año 2000, reemplazando a la antigua Copa Intercontinental). En 2005, el Sao Paulo le ganó 1-0 al Liverpool. En el 2012, la citada final entre el Timao y los londinenses, con victoria paulista. En 2019, los Reds se impusieron por la mínima sobre el Flamengo.
Vegas, quinto lugar
En primer turno, Rayados de Monterrey ganó la definición por el quinto puesto. Derrotó por 3-1 a Al Jazira de Emiratos Árabes Unidos. A diferencia de la llave de cuartos ante el Al Ahly. Sebastián Vegas no fue titular. El seleccionado chileno ingresó en el entretiempo y fue amonestado. Esta victoria disimula el fracaso de los mexicanos, que cayeron por la cuenta mínima ante el representante de la confederación africana.