Nuevamente en Santiago faltan las estrellas. El tenis comienza con los chilenos protagonizando un cartel que fue quedando cojo mediante avanzaron las semanas. Del plan inicial donde Fognini (18°) lideraba un cuadro de 19 jugadores dentro del top 100, actualmente queda poco. El Chile Open intentó traer a los mejores, pero nuevamente sucumbió ante el calendario ATP.
Lo de Fabio Fognini fue la primera herida. El italiano comentó a fines de febrero que se descartaba de Buenos Aires y Santiago para poder descansar tras una exigente gira australiana. La cercanía de las fechas sudamericanas, con el ATP 500 de Acapulco y el Masters 1000 de Miami obligaba al europeo a tener que elegir. Obviamente los puntos y el prestigio de los torneos norteamericanos inclinaron la balanza. Sin el número uno en el cuadro, Garin tomaba el testimonio de favorito. El torneo aún no sufría las fugas masivas, que comenzaron a conocerse semanas después.
Fue el primer día de marzo cuando otros dos jugadores cancelaron los pasajes para la capital. Uno era Miomir Kecmanovic (41°) quien en luego de su derrota temprana en Córdoba confirmó que se saltaría el torneo criollo, causando decepción entre quienes esperaban ver al pupilo de Nalbandian en San Carlos. El otro descartado fue Guido Pella (44°) quien volvió a dar positivo por Covid, imposibilitando su llegada al país. El serbio y el argentino estaban dentro de los mejores sembrados del Chile Open (cuarto y quinto respectivamente).
Otro que también se vio afectado por el coronavirus fue Juan Londero (83°), quien confirmó su positivo durante el ATP de Buenos Aires. A la baja del cordobés se le sumó la de Thiago Monteiro (74°), Pedro Martínez (87°) y Dominik Koepfer (70°).
Ocho bajas que afectan directamente al nivel competitivo del certamen chileno. Si cuando se oficializó el torneo, el ranking de corte de los preclasificados se ubicaba en la casilla 99, hoy esta llega hasta el 144. La lista de alternos se ha movido mucho por las cancelaciones y jugadores como Daniel Galán (117°), Facundo Bagnis (115°) y Hugo Dellien (113°) lograron entrar al cuadro principal. Este último eso sí, también se bajó de Santiago.
Una situación complicada, pero no nueva para el ATP nacional. El año pasado también tuvo que lidiar con la fuga de sus figuras. En 2020 los descartes vinieron de la mano de Diego Schwartzman, Borna Coric, Guido Pella, Laslo Djere y Fernando Verdasco. Todos dentro del top 50. Panorama entendible cuando se analiza lo apretado del calendario y lo complicado que es el cambio de superficie para los tenistas. Muchas veces quienes deciden cambiar por un par de semanas el cemento, terminan lesionados.
De todas formas el Chile Open busca lograr con las claves para entregar un espectáculo de nivel. Christian Garin (22°), Benoit Paire (29°), Frances Tiafoe (62°) y Pablo Andujar (57°) son algunas de las cartas que deberán asumir las responsabilidad de llevar el tenis capitalino al siguiente nivel. El año pasado lo lograron y ahora esperan que no sea distinto. El Chile Open va a la baja, pero se aferra a la esperanza de que las sorpresas tengan una semana de ensueño. Todo comienza este lunes 8 cuando Jarry y Lama, las raquetas nacionales, salten a la cancha a enfrentar a Frances Tiafoe y Manuel Cerúndolo.