Jonatan Almendra (29 años) está viviendo una nueva etapa en su vida. Hace cuatro años dejó Chile para buscar su camino en el fútbol de Suecia, pero no solo logró consolidarse en la cancha de once contra once. Ahora, su nuevo paso se da hacia un espacio reducido: firmó para jugar por el Hammarby del torneo de fútsal sueco.
El chileno estará en su segundo equipo en el fútbol reducido. El salto que dio es hacia adelante, puesto que nada menos que el campeón vigente se fijó en él para reforzar en el torneo local y en la UEFA Champions League. El club, cuyo dueño es Zlatan Ibrahimovic, confió en el talento del nacional.
“Estoy contento”, resume Almendra. “Llegué a Suecia por el fútbol, pero el año pasado se presentó la oportunidad de jugar la liga profesional de fútsal y anduve bien. Tuve ofertas de hartos equipos”, añade el jugador, quien la temporada pasada defendió los colores de Nacka Juniors.
Jonatan llegó a Suecia hace cuatro años tratando de seguir su sueño. Hizo sus series menores en Deportes Concepción, luego pasó a la Universidad de Concepción, pero nunca llegó a debutar. Su estreno profesional lo hizo en Nueva Zelanda, a donde partió a probar suerte en 2013. De ahí volvió a Chile a transitar en equipos de la Segunda División Profesional: Linares, Naval y Fernández Vial lo tuvieron en sus filas.
Luego de que no se concretara su arribo a los Leones de Collao, Almendra tomó un vuelo rumbo a Suecia, donde se quedó y espera seguir por muchos años. Esto, porque no solo encontró bienestar profesional, pues jugó en Arameiska Syrianska y Huddinge de la segunda división, sino que encontró el amor y formó una familia. Allá conoció a Lina-Maja Bronnvall, su pareja, y quien es la madre de Matheo, su primogénito nacido hace cuatro semanas. “La mamá se lleva todos los regalos, ella lo tuvo nueve meses en la guatita. Antes de eso, el papá es para compañía y tratar de que ella se sienta bien. Ahora viene la ayuda más presencial”, dice, contento, el nuevo padre.
Así, el nuevo paso de Almendra también es personal. Pero en lo profesional, es un cambio a un deporte que en esencia es similar al fútbol, pero que en reglas es distinto. “Uno está acostumbrado al fútbol con más roce, donde se usa más la fuerza. Me adapté rápido y ha sido bueno en ese sentido”, dice el jugador. “En Suecia se pueden hacer las dos cosas, porque el invierno es largo y dura siete meses, más o menos. Los torneos de fútbol son cortos, entonces tienes que jugar fútsal o te quedas parado hasta la próxima temporada”, cuenta el chileno.
¿Quisiera volver al fútbol? “Tenía que tomar una decisión. Mi hijo está recién nacido y no me da el tiempo para jugar fútsal y fútbol. Por el coronavirus, el campeonato se aplazó y se decidió jugar solo la segunda ronda, que son diez u once partidos. Cuando salí del hospital con mi hijo, ya quedaban ocho, así que pusimos fin a mi contrato y dedicarme al fútsal”, explica Almendra.
No es menor la motivación de jugar en el Hammarby, su nuevo equipo, ya que el club creció en relevancia cuando lo compró Zlatan Ibrahimovic. “He visto videos de que el año pasado participaba harto en las escuelas de fútbol de los niños. Quién sabe si con el plus de ser campeones se deje caer algún fin de semana para ver nuestros partidos. Igual da una motivación extra que pueda vernos jugar”, dice Jonatan, quien por fichar en un elenco que jugará Champions League tuvo que firmar contrato profesional.
El sorteo para jugar el trofeo de campeones de Europa será el 2 de septiembre, algo que a Jonatan le motiva. “Es un sueño. Sea como sea. Con llevar el nombre de Champions ya es un plus distinto. No juegas Champions todos los días y te motiva totalmente”, comenta el chileno. Eso sí, aunque tiene anhelos deportivos, también vive su nueva etapa familiar: “El objetivo es seguir haciendo lo que más me gusta, que es jugar fútbol. Pero, más allá de eso, es poder estar bien con mi familia e hijo y tratar de seguir en Suecia para darle lo mejor a él”.
Jonatan Almendra consiguió lo que quiso. Se fue de Chile a jugar fútbol profesional y de un año para otro se convertirá en el primer nacional que juegue la Champions League de fútsal. Una reducida disciplina que cada vez cobra más relevancia y que tendrá a un chileno compitiendo en el primer nivel.