El gran clásico del mundo se tiñó de azulgrana. La fecha 11 de LaLiga presentó uno de los eventos imperdibles para cualquier fanático, al tratarse de un choque de trenes en el imponente y moderno Estadio Santiago Bernabéu: Real Madrid vs. Barcelona. El cuadro culé le pegó un repaso al local, imponiéndose por 4-0 como visitante, diferencia radicada en un segundo tiempo altamente efectivo.
Si bien se trata de un encuentro que tiene peso en sí mismo, por el linaje de los escudos y las figuras en cada plantilla, en esta ocasión había una expectativa distinta. Un motivo decía relación por el buen presente de ambos, que llegaron al clásico tras sendas goleadas por la Champions League sobre clubes alemanes. Mientras los merengues superaron 5-2 al Borussia Dortmund, los azulgranas vencieron 4-1 al Bayern Múnich. Otra razón tenía que ver con un par de estrenos en este tipo de compromisos: Kylian Mbappé, en la Casa Blanca, y el DT Hansi Flick, en la tienda culé.
Mientras el entrenador alemán del Barça mantuvo la estructura que venía trayendo (con el tridente Lamine Yamal-Fermín-Raphinha detrás de Lewandowski), Carlo Ancelotti hizo un movimiento con Jude Bellingham. En vez de ser la punta de un rombo o un 9 falso, el inglés se ubicó como volante derecho en el 4-4-2 de los blancos, con fines básicamente defensivos. Arriba, vértigo puro con Mbappé y Vinícius.
Hasta la media hora, el clásico español era una oda a la intensidad. Fue un partido altamente vertical, con un ritmo vertiginoso, pero faltó la fineza en los metros finales para traducir aquello en goles. Si en un lado se lo perdió Raphinha, en los 21′, en el minuto siguiente Vinícius desperdició la apertura, errando en la definición.
A los 30′, llegó el 1-0 a través de Mbappé, quien recibió el pase y definió de manera excelsa, picándole el balón al portero Iñaki Peña. El astro francés festejó con todo, el que era su primera anotación en el clásico. Sin embargo, todo se anuló por fuera de juego del ex PSG. Esta fue una herramienta muy utilizada por la zaga azulgrana: los cuatro del fondo adelantándose para hacer la línea y dejar off side una y otra vez a los delanteros merengues. Así sucedió con Mbappé.
Apareció Lewandowski
Tanto en la última parte del primer tiempo, como en el inicio del complemento, el ritmo del compromiso disminuyó. El esfuerzo físico previo pesaba. Al Barcelona se le abrió una ventana y la aprovechó con creces. Una ráfaga de dos goles en un par de minutos le permitió a los catalanes quedar 2-0, silenciando el Santiago Bernabéu.
El hombre de la jornada fue Robert Lewandowski. Si bien el polaco no entraba tanto en el circuito ofensivo culé, su labor de definidor se cumplió con éxito. En los 54 minutos, el exdelantero del Bayern define en soledad y con una jerarquía envidiable, con un remate ajustado luego de una precisa asistencia de Marc Casadó. El francés Mendy habilitaba en la acción. El Real Madrid no alcanzaba a reaccionar del primer golpe y recibió el segundo.
En los 56′, nuevamente Lewandowski. Esta vez sucedió con un gran cabezazo, conectando un centro de Balde. El polaco llegó a 14 anotaciones en LaLiga, siendo el goleador del campeonato. Doblete del 9 para encaminar una victoria relevante y justificada, sobre todo en el segundo lapso. Y Lewandowski pudo perfectamente estirar su cuota goleadora, pero falló.
Para coronar el triunfo, no podía faltar Lamine Yamal. El adolescente prodigio concretó el 3-0 en los 77′, mediante un potente remate que dejó desparramado al meta ucraniano Lunin (reemplazante de Courtois). Pero quedaba más, porque en los 84′ llegó el cuarto del Barça, un gol de Raphinha mediante juego directo, que finalizó picando la pelota al golero local. Los merengues se regalaron en defensa y lo pagaron caro.
Con esta semejante victoria, el Barcelona de Hansi Flick se afirma como el líder de la liga española con 30 puntos, seis más que el segundo, el Madrid.