Aunque ya no estén Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, el duelo entre el Real Madrid y el Barcelona sigue generando expectativas en el universo futbolero. Por algo es denominado como “El Clásico del mundo”. En el imponente y renovado Santiago Bernabéu, los archirrivales se reencontraron en lo que prometía ser un punto de quiebre para LaLiga. En el epílogo, la Casa Blanca encontró una victoria tan festejada como relevante. Ganó por 3-2 y tiene el título del torneo en el bolsillo.
Los merengues entraron a la cancha con ocho puntos de ventaja sobre los azulgranas. Por lo mismo, una victoria prácticamente sentenciaba el campeonato. Además de la diferencia en puntaje, ambos llegaron al enfrentamiento con distintos estados de ánimo. El Madrid está instalado en las semifinales de la Champions League luego de una intensa serie ante el Manchester City, que se definió en los penales. Por su parte, el cuadro culé quedó en el camino en la Liga de Campeones ante el PSG, en casa, luego de haber ganado la ida en Francia.
En líneas generales, se trató de un duelo parejo, enfrentado con el desgaste propio de la parte final de la temporada. Los merengues sintieron el trajín del cruce en Inglaterra y Carlo Ancelotti cambió casi toda la línea defensiva (afuera Carvajal, Nacho y Mendy; adentro Lucas Vázquez, Tchouameni y Camavinga, a la banda).
El Barcelona lo salió a buscar en el inicio y encontró a la pelota detenida como un aliado. Minuto 6 y el danés Andreas Christensen abrió el marcador con un cabezazo, aprovechando una mala salida del portero Lunin, quien había tenido su jornada de gloria en la tanda ante el City. De a poco, el partido fue tomando sabor y el Madrid encontró la paridad a través de un lanzamiento penal. En los 16′, se cobra la pena máxima por falta de Pau Cubarsí sobre Lucas Vázquez. En realidad, el reconvertido lateral se fabrica la falta y el joven zaguero cae en la trampa. Ejecutó Vinícius y batió a Ter Stegen.
Este gol significa poner fin a la racha de imbatibilidad que tenía el alemán en LaLiga. Llegó al partido con 583′ con su valla invicta y necesitaba 53′ para lograr su récord, el que finalmente no llegó. La plusmarca del club catalán en la primera división española le corresponde a Claudio Bravo, con 755 minutos sin recibir tantos.
La polémica del partido sucedió en los 27′, cuando la visita alegaba un supuesto gol en una acción de Lamine Yamal tras un córner. ¿Lunin la saca de adentro? Una acción dudosa respecto a determinar si el balón cruzó totalmente la línea. A diferencia de la Premier League, en España no está el sistema de detección automática. El VAR revisó la acción y no dio el gol.
Podía ganar cualquiera. El plus de los azulgranas era que tenía a un Lamine Yamal encendido, que causaba peligro cada vez que arrancaba por la franja derecha del ataque. El que lo sufrió fue Camavinga.
En el segundo periodo, cuando el local parecía estar mejor aspectado, el Barcelona encontró el 2-1. El anotador fue Fermín López en los 69′, al capturar un rebote de Lunin ante un remate del mencionado Yamal. Para fortuna de los blancos, encontraron el empate rápido. En los 73′, Lucas Vázquez apareció libre por la banda diestra y definió de primera.
Pero había que esperar porque quedaba algo más. En el tiempo agregado, el inglés Jude Bellingham apareció y le dio la victoria al Real Madrid con una gran anotación, en un resultado que marca totalmente el devenir de un torneo que comienza a teñirse de blanco. El líder del fútbol español llega a 81 puntos, sacando una diferencia de 11 sobre los catalanes, cuando restan 18 en juego. El Girona está tercero, a dos unidades del Barça.
Una más de Carletto Ancelotti, que no se cansa de ganar.