El Plebiscito Constitucional marca una jornada crucial para Chile. Sin embargo, este domingo también será clave en el otro lado de la cordillera. También hay sufragios, pero en lo deportivo, pues los socios de Boca Juniors eligen a un nuevo presidente.
Argentina se paraliza por el equipo más popular del país y uno de los más importantes del continente. La votación enfrenta a la actual gestión de Juan Román Riquelme, en una vereda, y a Andrés Ibarra y Mauricio Macri (como vicepresidente), en la otra. 94.188 personas determinarán el futuro del equipo.
Es un enfrentamiento entre el ídolo y jugador más representativo del club contra el presidente más ganador de su historia. El también exmandatario de Argentina asumió en el Xeneize en 1995 y en su administración alcanzó 17 títulos (11 internacionales). De hecho, es el administrador sudamericano con más Copas Libertadores, con cuatro (2000, 2001, 2003 y 2007). El volante, en tanto, fue protagonista en tres de estas.
Milei vota entre pifias
Las votaciones en Boca Juniors son tan relevantes que, incluso, marcan el camino político. Es una disputa por el poder del club que más repercusión tiene a nivel nacional, en un país fervientemente futbolizado. Macri, por ejemplo, dio el salto a la Casa Rosada luego de su éxito en el cuadro Xeneize.
En ese sentido, hoy, el recientemente asumido Presidente de Argentina, Javier Milei, se llevó los reflectores al recalar al estadio Alberto J. Armando, conocido popularmente como La Bombonera. El mandatario es el socio activo número 76.296 y votó en la mesa 19.
Eso sí, su presencia en el recinto deportivo desató la polémica. Llegó y se fue entre silbidos y abucheos. Además, una centena de hinchas comenzó a cantar “El club es de los socios”. En total, tardó poco más de tres minutos en sufragar y se retiró rápidamente junto a la comitiva de seguridad.
En las semanas previas, Milei apoyó explícitamente al bando liderado por Ibarra y Macri. Aunque los cuestionamientos de la hinchada vienen, principalmente, por sus abiertas intenciones de privatizar a los equipos de fútbol. No obstante, desde la oposición negaron que el club se transformará en una sociedad anónima u otra intervención.
Por otra parte, su abierto rechazo a Riquelme también generó anticuerpos en el pasado. “Tengo bastante con vivir en un país populista para ser hincha de un equipo que tomaba decisiones populistas”, explicó el entonces candidato presidencial, en diálogo con El País. Además, indicó que la contratación de Riquelme en 2013 durante la gestión de Daniel Angelici fue uno de los detonantes que hicieron que deje de sentir cariño por su club. “Estaba claro que no iba a funcionar y efectivamente no funcionó”. A su vez, aseguró que le gustaría que Martín Palermo, el otro gran ídolo del club, asuma como entrenador. Macri aseguró que si ganaban las elecciones, el Titán sería el nuevo técnico de Boca.