Recalcando que los Juegos de Tokio 2020 no están amenazados, el Comité Olímpico Internacional admitió este viernes que tiene por delante "un gran trabajo de comunicación" para informar que no existen riesgos con respecto a la epidemia de coronavirus que ya ha provocado 1.400 muertos, la mayoría en China.
El primer fallecimiento en Japón de una persona contaminada fue anunciado el jueves, una mujer de 80 años que vivía en una región cercana a Tokio.
Con 33 casos en el país y más de 200 personas en cuarentena, en un barco cerca de Yokohama, Japón es el país más afectado después de China.
"El consejo que hemos recibido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que no hay ninguna razón para hacer un plan de urgencia para anulación o deslocalización de los Juegos", señaló en rueda de prensa John Coates, presidente del comité de coordinación del COI.
"Pero claro que hay un gran trabajo de comunicación a hacer", añadió el dirigente, haciendo referencia a un posible temor entre los deportistas hacia la delegación china, que debería contar con 600 atletas en Tokio.
"El COI enviará kits de información a todos los comités olímpicos nacionales para explicar lo que pasa donde los deportistas chinos compiten", continuó el australiano.
Coates subrayó que las lecciones de los Juegos de Rio 2016 les servirán. Hace cuatro años la inquietud nacida por el virus Zika provocó la renuncia de varios deportistas, entre ellos los golfistas Jason Day y Rory McIlroy.
El jueves el presidente del comité de organización de los Juegos de Tokio, Yoshiro Mori, criticó "los rumores irresponsables", insistiendo en que no había planes para "posponer o cancelar los Juegos" debido a la epidemia.
"Queremos coordinarnos con el gobierno nacional y reaccionar con calma", añadió.
Durante la reunión con miembros del COI, la gobernadora de Tokio Yuriko Koike prometió "medidas rigurosas" para proteger a la población contra el nuevo coronavirus, covid-19, a poco más de cinco meses para el comienzo de los Juegos.
La epidemia ya ha provocado la anulación, deslocalización o aplazamiento de una serie de competiciones deportivas, la mayor parte en China, incluidos algunos clasificatorios para los Juegos.