El conflicto de Whiteley
El expreparador de arqueros de la Roja estaba enfrentado con Ian Mac Niven, gerente de selecciones, quien lo despidió el pasado martes.
Final de la Copa América Centenario 2016: Chile se queda con el título tras vencer a Argentina en los penales, en Nueva York. Semifinales de la Copa Confederaciones 201: la Roja se impone por la misma vía ante el Portugal de Cristiano Ronaldo. Ambas definiciones tuvieron como factor común a Claudio Bravo, capitán y héroe.
No fue el destino o una simple casualidad. El meta sabía muy bien a qué lugar pateaban transandinos y lusos. En ese estudio fueron vitales los dos preparadores de arqueros de la Selección: José Ovalle y Álex Whiteley. Hoy, ninguno de los dos continúa trabajando en Pinto Durán.
El primero se fue tras la salida de Juan Antonio Pizzi, mientras que el último fue despedido el martes por necesidades de la empresa, en una decisión tomada exclusivamente por la gerencia de selecciones de la ANFP, cuyo jefe es Ian Mac Niven. Reinaldo Rueda, técnico del combinado nacional, ni siquiera fue consultado, según señalan en Quilín.
En el entorno de la Roja sostienen que la medida tiene un trasfondo complejo y que se remonta a la llegada del exvolante de Universidad Católica como ejecutivo de la Roja adulta, en abril del año pasado.
"La relación entre ambos no era la mejor, porque Álex criticaba el trabajo de la gerencia, lo que a Ian le disgustaba", describe un conocedor de la situación. Ambos funcionarios no se llevaban bien, pues varias veces el ex portero emplazó a Mac Niven para que lograra soluciones. "Se transformó en una especie de portavoz de los trabajadores del complejo", agrega la fuente.
Uno de los momentos más tensos entre ambos se produjo el año pasado, cuando Whiteley le reclamó al gerente por unos premios que se le debían a él y a otros empleados. También tenían diferencias en cuanto a los horarios de trabajo.
Hubo más factores de desgaste. El preparador de arqueros, que llegó con Claudio Borghi, tenía contrato como funcionario de las selecciones menores. Sin embargo, fue Arturo Salah quien se lo recomendó a Pizzi para la adulta. Ascendió, pero su situación contractual jamás se actualizó. Esta fue una queja constante del profesional. Pese a eso, nunca tuvo respuesta, señalan desde el búnker. Por lo mismo, una demanda laboral es una posibilidad.
La Tercera le consultó a la ANFP, que respondió así: "Fue una definición administrativa de la Gerencia de Selecciones. El profesor Rueda busca reemplazante".
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