El conmovedor mensaje de despedida de Sven-Goran Eriksson, quien sufre un cáncer terminal

La situación de Sven-Goran Eriksson conmueve al mundo del fútbol. En enero de este año se informó que el exjugador y extécnico sueco fue diagnosticado con un cáncer terminal al páncreas y que le estimaban un año de vida. Este hecho generó diversas reacciones, e incluso la cadena Amazon Prime Video anunció la elaboración de un documental.

En esta instancia, se liberó una entrevista de quien fuera entrenador de Marcelo Salas en Lazio, la que será parte del mencionado trabajo audiovisual. “Tuve una buena vida, sí. Creo que todos tememos el día de nuestra muerte. Pero la vida también se trata de la muerte”, comenzó diciendo el hombre de 76 años.

“Espero que al final la gente diga ‘sí, era un buen hombre’, pero no todos dirán eso. Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentó hacer todo lo posible”, agregó.

Sven-Goran Eriksson, quien también se desempeñó como adiestrador del Manchester City, Fiorentina, Benfica, entre otros clubes, cerró con una conmovedora reflexión: “No se arrepientan, sonrían. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, fue fantástico cuidarlos. Cuídense y cuiden su vida. ¡Y vívanla!”, cerró.

En el documental también participan algunos de sus exdirigidos, como por ejemplo David Beckham, ya retirado y que actualmente es dueño del Inter Miami: “Lo quise desde el primer día. Me hizo capitán. La confianza que tenía en mí era muy importante. La forma en que protegía a los jugadores, la forma en que los trataba, era un soplo de aire fresco”. Cabe destacar que ambos coincidieron en el paso del sueco por la selección inglesa.

Hace algunos meses, Eriksson ya había entregado algunos detalles de su dramática situación: “En el mejor de los casos, me queda un año. En el peor, algo menos. Resistiré mientras pueda. En vez de quedarme en casa sentado quejándome por tener mala suerte, prefiero tener una visión positiva y no ceder a la adversidad”, declaró en conversación con una radio sueca.

El nacido en Sunne se trasladó justamente hasta ese lugar para vivir en su casa junto al lago Fryken.