Neymar sufrió las lesiones más graves de su carrera. En el duelo frente a Uruguay, lamentó la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco de la rodilla izquierda. La información la entregó el Al Hilal, el club de Arabia Saudita que había realizado una millonaria inversión para disfrutar de su talento y que tendrá que postergar esa aspiración, considerando que la recuperación tardará, al menos, seis meses.
El brasileño está triste. Asume la complejidad del diagnóstico que, por cierto, le obliga a pasar por el quirófano para reconstruir las estructuras dañadas. Sin embargo, se muestra dispuesto a luchar contra la adversidad y a intentar el retorno en condiciones parecidas a las ideales.
El mensaje
El astro surgido en el Santos ha publicado dos mensajes en Instagram para poner en evidencia sus sensaciones, aunque el más extenso y decidor es el primero. “Es un momento muy triste, el peor. Sé que soy fuerte pero en esta ocasión voy a necesitar aún más de los míos (familia y amigos). No es fácil pasar por una lesión y una cirugía, pero imaginen lo que es pasar por todo eso de nuevo cuatro meses después de haberme recuperado”, expresa.
El siguiente fue un ejercicio de devoción y de gratitud. “Tengo fe, incluso demasiada. Pero la fuerza la dejo en las manos de Dios, para que él pueda renovar las mías. Gracias por los mensajes de apoyo y de cariño”
El astro tendrá que armarse de paciencia pues, de acuerdo a los cálculos iniciales, recién podría estar disponible a fines de 2024, después de casi 200 días de evolución.
En efecto, la dolencia es la más compleja que ha tenido que afrontar en su trayectoria. En febrero del año pasado, tuvo que someterse a una cirugía de tobillo que lo mantuvo ausente por 130 días y le hizo perderse 15 partidos del PSG, el poderoso equipo francés la que defendía.
Precisamente a ese percance es al que alude en el sentido posteo inicial, que luego complementó con otro, más breve, pero igualmente decidor: “Fe”.