De las ansias a la decepción. De la expectativa internacional a un fracaso millonario. La expedición asiática de Carlos Tevez se ha transformado en un paso en falso, quizás uno de los más resonantes en el último tiempo, si de figuras de renombre se trata.
A punta de un gasto sideral, la Superliga de China ha buscado tentar a futbolistas de rico currículum para arribar a una competencia tan incipiente como exótica, con el afán de hacer crecer el fútbol en el país, medida incluso impulsada desde el gobierno. En ese sentido, el Shanghai Shenhua posó su mirada en el Apache, uno de los ídolos de Boca Juniors.
Problemas de dinero no tienen, porque el club transformó al argentino en el futbolista mejor pagado del mundo. El salario de Tevez está estimado en 38 millones de euros (45 millones de dólares) anuales. Más que Neymar en el PSG (casi US$ 36 millones) o Messi en el Barcelona (US$ 30 millones). No obstante, las noticias respecto al delantero van más ligadas a las polémicas o a su sobrepeso que a actuaciones rutilantes o una elevada cuota goleadora en la liga.
La prensa local lo ha apodado "el chico que tiene una gran nostalgia", en un juego de palabras usando la forma en que se pronuncia su nombre en chino. Los propios fanáticos del club se han distanciado de su figura, que era adulada en el inicio de esta historia, básicamente luego de que Tevez fuera visto en el Disneyland de Shanghai cuando, supuestamente, estaba lesionado.
Producto de la mala campaña (Shenhua es undécimo, a 30 puntos del líder, el Guangzhou Evergrande), el uruguayo Gustavo Poyet dejó la dirección técnica. Su reemplazante, Wu Jingui, manifestó que no alinearía a Tevez por estar fuera de forma. "No lo voy a poner. No está bien físicamente. No está listo para jugar. Tiene sobrepeso. Tengo que asumir la responsabilidad del equipo y los jugadores también", afirmó el DT. De todas formas, el argentino ha tenido minutos con el nuevo estratega. Este fin de semana no fue citado y se negó a jugar en el equipo reserva.
En una entrevista con una cadena de TV francesa, Tevez criticó abiertamente el nivel de los futbolistas del país que lo acoge, como una manera de responder a los cuestionamientos de los que es blanco: "En Sudamérica y Europa, los jugadores comienzan a jugar al fútbol desde que son chicos. Pero en China no lo hacen, y eso hace que técnicamente no sean muy buenos. Su fútbol es muy diferente. Están a años luz de otros países y creo que recién dentro de 50 años van a poder competir ante Europa".
Sus estadísticas en la Superliga china son escuálidas. Ha disputado 13 partidos (la mitad de las fechas disputadas) y sólo ha convertido tres tantos. Sus 1.034 minutos parecen una anécdota. ¿Cuáles son los pasos a seguir? Es complejo que Tevez continúe en China. Una posibilidad es que retorne a Boca, considerando que los xeneizes disputarán la Copa Libertadores en 2018. Se hablan de intenciones de repatriarlo, aunque no hay certeza de nada por el momento. La única certeza es que Tevez construyó su propio cuento chino. Aún le quedan partidos para tratar de reivindicar su estatus.