Arturo Vidal se va al Athletico Paranaense. Su estadía en el Flamengo, que en el comienzo calificó como un sueño cumplido, terminó transformándose en una pesadilla. Si bien le reportó jugosas ganancias, en lo deportivo terminó siendo ingrata. Ni la presencia de Jorge Sampaoli, con quien vivió gloriosos momentos en la Selección, le garantizó la titularidad que el Rey siempre busca. En esas condiciones, decidió partir al Furaçao, donde sus ingresos serán notoriamente menores.
El oriundo de San Joaquín ya tiene 36 años. Está, estrictamente, en la etapa final de una carrera que alcanzó grandes alturas. Su currículo ahorra consideraciones al respecto. Hoy, en cambio, su lucha se enfoca en mantenerse vigente, aunque hay quienes alertan que, indefectiblemente, tiene que empezar a escuchar las señales. La deportivas y, sobre todo, las físicas.
Alarmas
Leonardo Véliz fue particularmente lapidario con el ex mediocampista del Barcelona y el Inter de Milán, solo por citar algunos de los grandes clubes que defendió. “¿Jugar menos de 10 minutos en un mes, es para tenerlo en cuenta? Esa es la real situación de Vidal en Flamengo. E insiste en ser mejor que todos. La soberbia enceguece. Sampaoli no es un boludo”, publicó el ex delantero de Colo Colo y la Selección. También apuntó a las “conductas inapropiadas” de Vidal como un factor para explicar la pérdida de importancia en la escuadra de Río de Janeiro, la más grande y popular de Brasil. Ese flanco ya lo ha abierto en varias ocasiones. Y siempre con munición gruesa.
Leonel Herrera, compañero del Pollo en el mítico Colo Colo 73, advierte la caída en el nivel del volante, pero procura ser menos categórico en la evaluación del paso que está dando. “Es una señal de que se está terminando su carrera, pero en ningún caso hay que desmerecer lo que ha hecho. A una edad como la Arturo, que estuvo en Flamengo y pasa a otro equipo muy inferior, después de que tuvo pocas oportunidades de jugar, queda demostrado que es casi una la ley de la vida”, sostiene.
Chuflinga explica el fenómeno desde su experiencia. “Uno desea seguir jugando, pero las piernas, el cuerpo no dan y hay que irse convenciendo. A Arturo y a Gary les pasará lo mismo”, dice. Sin embargo, sostiene que aún les queda un margen de vigencia. “Eso sí, aún están para un equipo de buen nivel y para la Selección como titulares. Yo estuve hasta los 38 años. Uno sabe de eso. Han sido importantes, son historia y todavía pueden responder. No sé hasta cuando, pero ahora aún pueden aportar”, establece.
Una fecha límite
Roberto Reynero, ex capitán de la U, opta por fijar límites. “Vidal, como Medel, entiende que le quedan uno o dos años más de fútbol. Tiene que actuar con sabiduría. Mantenerse en Europa por el tiempo que lo hizo no es menor. Lo que consiguió es muy meritorio. La etapa que vive hoy no es la misma. Y es lógico. Están quemando sus últimos cartuchos. No digo en un mal sentido. Es un proceso natural”, apunta.
Osvaldo Hurtado coincide. El ex goleador de la UC sostiene que es un proceso que se da en todos los futbolistas, pero que se hace más notorio en el caso de Vidal, por la trascendencia que logró. “Ya son los años. Uno va perdiendo competencia. Lógicamente, cuesta reconocer, darse cuenta de que la carrera va buscando otro rumbo. Cuando uno juega en Primera y pasa a la B o a la Segunda, para alargar la carrera, porque ya se asume que no está para el nivel superior. Es un hecho natural. En ese escenario, se busca sacar el mayor rédito económico. Vidal, y también Medel, buscaron el último contrato importante de sus carreras. Y me parece válido”, remarca.