El Estadio Nacional se volverá a teñir de rojo. Tal como sucedió en la época de Carlos Caszely, en las hazañas de Zamorano y Salas o en la época de gloria que marcó el exitoso periodo la Generación Dorada. Este martes, a las 20 horas, 45 mil hinchas llenarán el recinto de Ñuñoa para presenciar el amistoso entre Chile y Paraguay, en lo que marcará último ensayo de cara al debut en la Copa América.
En la ANFP no esconden su asombro por la expectativa que ha generado el amistoso. La demanda por ver a Chile de Ricardo Gareca, quien se sentará por primera vez en la banca de la Roja en el Nacional, fue más alta de lo esperada. Por lo mismo, frente al requerimiento de los hinchas, se intentó poner a la venta las 46.120 disponibles, correspondiente a todos los asientos del coloso ñuñoíno. La gobernación presidencial, sin embargo, frenó las intenciones de la casa del fútbol por temas de seguridad.
La llegada del técnico transandino parece haber sanado la dañada relación entre la Roja y el hincha. Atrás quedaron las promociones de la ANFP para ver al Equipo de Todos (hasta 3x1), que marcaron el proceso de Eduardo Berizzo y Martín Lasarte. El Tigre, el candidato popular, a los pocos meses de su arribo comienza a recibir el respaldo acorde a las expectativas que generó su arribó al bicampeón de América.
El DT necesitó dos partidos amistosos para ganarse la fidelidad los fanáticos. Lo cimentó con las buenas actuaciones de la Roja frente a Albania y Francia, en la gira por Europa. Por lo mismo, la vuelta al Estadio Nacional, luego de casi dos años sin poder jugar en ese lugar, por la remodelación pensando en Santiago 2023, generó mucha expectación por la venta de tickets. Según dicen desde Quilín, en apenas 15 días se agotaron todas las entradas disponibles.
Desde la sede de Quilín generaron todo un plan para cumplir una de las peticiones del técnico argentino. Gareca, en su idea de acercar a la Selección con la gente, pidió jugar el duelo en el Estadio Nacional. A esa altura, poco importaba el rival. Lo único que le preocupaba al estratega era ponerse cara a cara frente a los hinchas del Equipo de Todos para que se volviese a generar esa mancomunión que tanto incomodó en el pasado a los rivales. El Tigre confesó haberlo vivido cuando se desempeñaba como técnico de Perú.
La directiva que comanda Pablo Milad no dudó en cuadrarse con el deseo del estratega. Y también lo hicieron asumiendo culpas: reconocieron que en los procesos anteriores el excesivo precio de las entradas terminó alejando (y cansando) a los fanáticos de la Roja. Más cuando los resultados no acompañaban y el juego poco vistoso solo ayudaba a sumar críticas al proceso que por ese entonces comandaba Martín Lasarte y Eduardo Berizzo, respectivamente. Para los choques eliminatorios pasados, por ejemplo, los boletos iban desde los 20 mil pesos a los 148.500 pesos. ¿Y ahora? Los tickets van desde los 11 mil pesos a los 52.800 pesos. ¿El resultado? Se agotaron en casi 15 días.
Gareca, en su arribo a Chile, ya había manifestado su necesidad de acercar el público a la Selección. Lo ve como un elemento clave pensando en la clasificación al Mundiual 2026.“Lo que anhelo es que surja una sinergia importante que será clave y vital para todo lo que viene, que la gente vuelva a estar y creer en la Selección, es un desafío importante lo que tenemos por delante”, señaló el Tigre en su presentación.
“Los estados de ánimo de la gente, con sus problemas, lo diario, necesitamos de su apoyo, eso me gustaría y lo anhelo, tanto de afuera hacia adentro como de adentro hacia afuera, que surja una energía importante, que va a ser clave y vital para lo que viene. Ojalá la gente pueda captar el mensaje de estar y creer en la Selección, ese es un desafío importante que tenemos por delante, para que los muchachos y el comando técnico podamos sentir esa energía que emana cuando la gente se siente totalmente identificada, que también es uno de nuestros objetivos, que el equipo les brinde y ellos se sientan identificados”, complementó.
Otro de los temas que se valora en la Roja es la cercanía que ha logrado el estratega en todo ámbito. Su figura genera respeto y credibilidad principalmente por su exitoso paso por Perú. A la Selección del Rímac logró meterla en el Mundial de Rusia 2018 y quedó fuera de Qatar 2022 en el partido de repechaje. En el país incaico aún lo extrañan, más allá del rechazo que genera su arribo a Chile por la rivalidad que existe entre ambos países. A esta altura, incluso, nadie le reprocha la decisión de marginar a dos referentes de la Generación Dorada del proceso que comanda (Arturo Vidal y Gary Medel).
El DT no deja nada al azar. A diferencia de Eduardo Berizzo, el Tigre ha atendido a todos los medios nacionales e internacionales que le han solicitado entrevistas. Lo ha hecho hasta en dos oportunidades con cada medio chileno para justificar los pasos que va dando. Según dicen desde Juan Pinto Durán, el estratega ha transmitido que siente una responsabilidad con el país por el cargo que tiene. En las conversaciones, el exfutbolista siempre se ha mostrado directo, sin esquivar ninguna pregunta. Este modo de actuar, de momento, es valorado por los fanáticos. “Las interacciones en redes sociales han incrementado. El factor Gareca ha ido elevando nuevamente la marca de la Selección”, dicen desde Quilín.
En la ANFP celebran el interés que despertó el debut de Gareca. De momento, este fenómeno se puede palpar en la venta de entradas. La última vez que la Roja jugó con público fue el 2 de junio de 2017, en un encuentro amistoso ante Burkina Faso (3-0), cuando el equipo, en ese entonces dirigido por Juan Antonio Pizzi, se preparaba para ir a la Copa Confederaciones. Llegaron poco más de 25 mil espectadores y los goles fueron obra de Arturo Vidal (2) y Ángelo Sagal.
El llamado del DT
Los problemas de la selección chilena antes de la llegada de Gareca se tomaron la agenda. El Bajo rendimiento deportivo estuvo acompañado del mal comportamiento de los fanáticos. De hecho, la FIFA castigó duramente a nuestro país por gritos discriminatorios contra las hinchadas rivales, lo que impedirá que la Roja dispute su compromiso ante Bolivia a estadio lleno. El Equipo de Todos deberá reducir 50% el aforo del Nacional.
Un castigo que tuvo como agravante el retraso de los equipos contra Colombia en septiembre y contra Perú en octubre. Situación que, además, obligó a la ANFP pagar una multa de 80.000 francos suizos (cerca de 94 mil dólares) para invertir en un plan contra la discriminación.
“Nunca me he metido y jamás opino de la gente porque le tengo el mayor de los respetos en lo que digan... Simplemente, nos gustaría jugar con aforo completo siempre. Más allá de este partido con Bolivia, es necesario para nosotros”, enfatizó Gareca este lunes.
Luego agregó que “por favor, tengan en cuenta y tengan cuidado de no ser sancionado. Las hinchadas son necesarias. Los hechos de violencia no los comparto para nada, pero nos contagian de los gritos y nos llevan a una euforia. Que prive la cordura”.
Gareca y la Roja vuelven al Estadio Nacional. Lo hacen con la ilusión renovada frente a las últimas dos presentaciones del Equipo de Todos. De momento, el Tigre logra enrielar a un público que parecía distanciado de la Selección frente a los últimos fracasos deportivos.