Marcelo Salas no se guarda nada. Como en sus tiempos de delantero, el ahora dueño de Deportes Temuco realiza un descarnado juicio al fútbol chileno. Repara en el decreciente nivel del balompié nacional, en un análisis que abarca a la Primera División y a la Primera B. Y, sobre todo, en un elemento que considera clave para la demora en el proceso que más se ha perseguido en los últimos años: el recambio.
El ex delantero de Universidad de Chile, River Plate, Lazio y Juventus no vacila. “Hace varios años que perdió calidad y nivel”, dice respecto del certamen criollo, en el marco de una entrevista concedida a la revista electrónica Tribuna Andes. “No es por menospreciar, pero por algo hay jugadores de 40 años, jugando bien y no aparece el recambio. Esteban Paredes va a Coquimbo y hace goles. El ‘Mago’ Jiménez volvió con 37 o 38 a Palestino y es titular... El mismo Chupete Suazo, que volvió a los 40 años y haciendo goles”, ejemplifica.
En ese contexto, explica a través de esa variable la irregularidad del nivel. “En un fútbol más competitivo, de más alto nivel, no podrías hacerlo. Esto te hace pensar que no está tan bien el fútbol chileno, que el nivel no es tan alto; se ve en los torneos, se aprecia una irregularidad en los equipos grandes”, sostiene.
El balance es aún más profundo. “En Primera B es mucho peor. Un torneo muy parejo, que ganas al puntero y pierdes con el colista, o te toca una cancha horrible, o un árbitro que te cobró un penal que no existe o un gol que no fue y no hay nada que hacer, porque no hay VAR”, manifiesta.
“Va a ser muy difícil levantarlo”, añade Salas en relación a lo complejo que será incrementar el nivel del fútbol chileno con las actuales problemáticas.
Partidas prematuras
El análisis incluye, también, una mirada a la lentitud en la renovación en la Roja. “A mi juicio, hay algo que no se ve y es que los jugadores se van muy jóvenes. Pasan uno o dos años en que se pierden un poco, porque no van a llegar a jugar afuera, pero esos dos o tres años son los de maduración o aprendizaje para que vuelvan después a la Selección”, dignostica.
“Entonces, ¿por qué la selección es competitiva?, porque los jugadores juegan afuera, desaparecen un tiempo, pero luego vuelven, como pasó con (Francisco) Sierralta. Al menos, vamos a tener selección, pero al fútbol chileno va a ser difícil levantarlo”, insiste, otra vez reparando en la competencia criolla.