El 26 de junio quedó marcado en la Roja y la Generación Dorada. Ese día el Equipo de todos volvió a celebrar frente a Argentina, esta vez con la Copa América Centenario en las manos. Hoy se cumplen siete años desde dicho momento en el que la selección chilena volvió a levantar un trofeo y dejó a Lionel Messi con las manos vacías.
Una situación que terminó marcando un alejamiento de la Pulga con su selección aunque con el paso de los días pudo deshacer sus palabras. Tras la caída en Estados Unidos el 10 comentó que “en el vestuario pensé que la selección no es para mí. Ya son cuatro finales que no puedo ganar. Lo busqué, era lo que deseaba. No se dio, pero creo que ya está. Se terminó la selección para mí”.
Sus palabras reflejaban las tres caídas consecutivas que había vivido. Antes, en 2015, salía derrotado también contra Chile. En 2014 había perdido la final del Mundial de Brasil contra Alemania. A ellas se sumaba también perder contra Brasil la final de la Copa América de 2007.
Claro que más tarde reconoció que “fue una decisión en caliente y con mucho dolor por lo que pasamos”, comentó antes del Mundial de Rusia. La salida de la selección terminó durando 45 días. “Pensé seriamente en dejar, pero amo demasiado a mi país y a esta camiseta”, infirmó el 13 de agosto de 2016 en un comunicado.
El camino de la Roja hacia el título
La Roja, tras coronarse en 2015, llegaba con toda la ilusión de volver a repetir el logro en Estados Unidos. Sin embargo, el camino del conjunto nacional no arrancó de la forma que se esperaba. En su debut por el Grupo D cayó contra Argentina por 2-1. No obstante, los triunfos sobre Bolivia (2-1) y Panamá (4-2) le permitieron al conjunto de Juan Antonio Pizzi asegurar el segundo puesto.
Así, en los cuartos de final apareció México en el camino y Chile se hizo respetar con fuerza, propinándole a los aztecas una goleada de 7-0 con la presencia de un inspirado Eduardo Vargas. En las semifinales, con una larga pausa por una tormenta eléctrica, Chile salió ganador por 2-0 contra Colombia.
Y en la final, tras igualar 0-0 contra Argentina, el título se definió desde el punto penal, donde terminó siendo más efectivo Chile que se impuso por 4-2.
Los destacados
Tras la definición llegó la hora de entregar los premios individuales. En este aspecto Alexis Sánchez se quedó con el premio al jugador del torneo tras disputar los seis partidos de Chile y aportar con tres goles y dos asistencias.
La bota de oro fue para Eduardo Vargas tras registrar un total de seis goles. Dos fueron contra Panamá y los otros cuatro contra México en los cuartos de final. Su más cercano perseguidor fue Lionel Messi con cinco tantos.
Claudio Bravo, por su parte, se llevó el guante de oro por segundo torneo consecutivo. Mantuvo su arco en cero en los tres partidos de la fase de eliminación directa y contuvo uno de los lanzamientos de Argentina en la definición a penales.