El día en que Martín Palermo ninguneó al Cacique: “Un clásico es un Boca- River; Colo Colo... no”
En 2008, el ex delantero transandino, símbolo xeneize, derribó cualquier posibilidad de denominar clásico a la rivalidad entre albos y xeneizes. Ahora se vuelven a ver las caras en la Copa Libertadores.
El sorteo de la Copa Libertadores vuelve a enfrentar a Colo Colo y Boca Juniors. El choque ya ha encendido otras jornadas del torneo continental. La más recordada, por muchos factores, es la semifinal del certamen en 1991. En ese emparejamiento, se impusieron los albos en la cuenta global. En la Bombonera, el Cacique había caído por la cuenta mínima, pero el Monumental revirtió la situación con contundencia: el 22 de mayo, con dos goles de Rubén Martínez y uno de Marcelo Barticciotto, se impuso por 3-1. Además de darle los pasajes a su segunda final en el certamen, que terminó ganándole a Olimpia para quedarse con el trofeo por única vez para el futbol chileno, el choque pasó a la historia por los incidentes posteriores, que protagonizaron los jugadores del equipo que dirigía Óscar Tabárez. El portero Carlos Navarro Montoya fue uno de los principales protagonistas.
El recuento oficial habla de 10 enfrentamientos entre ambos clubes y se inicia, justamente, en 1991. Desde ahí, se han registrado 10 enfrentamientos, con cuatro triunfos para cada equipo y dos paridades. Ese equilibrio, sumado a la ostensible supremacía que los albos han ejercido sobre Universidad de Chile, ha llevado a que en Macul, con una carga importante de soberbia, les atribuyan a los xeneizes una especial condición. “Nuestro clásico es con Boca Juniors”, suelen afirmar los fanáticos del equipo popular.
Palermo no comparte
El cable a tierra para los seguidores albos provino nada menos que de una de las figuras más emblemáticas de Boca Juniors. En 2008, Martín Palermo, quien con el tiempo llegaría a dirigir en dos oportunidades en el fútbol nacional, a Unión Española y Curicó Unido, descartó de plano la tan especial consideración que los albos le daban al duelo. “No”, fue la categórica respuesta, enmarcada en otro de los duelos entre ambos conjuntos por el torneo de clubes más importante en el continente.
El mazazo fue tan fuerte como los disparos que el Titán solía enviar cada vez que se metía en las áreas rivales. “Allá sí, puede ser. Boca es más importante que Colo Colo, seguro. Entonces ellos le dan más importancia. Nosotros, no”, sentenció, intentando dejar claro que al otro lado de la cordillera la rivalidad no está ni siquiera cerca de vivirse con la misma intensidad.
De todas formas, la relación entre Palermo y el Cacique no siempre fue distante. En 2020, de hecho, reconoció que le seducía la posibilidad de dirigirlo. “Se habló un par de veces, es cierto. La primera, antes de que llegara Mario Salas. Quizás mi nombre en Colo Colo suena por lo que hice en Unión Española. Pero ahora nadie me llamó”, manifestó, en una entrevista con El Deportivo.
Incluso fue más explícito. “Puede ser que en algún momento me llamen, pero eso obviamente no depende de mí. Con Espina nunca tuve un contacto directo”, explicó respecto de eventuales contactos con quien entonces ejercía como director deportivo del Cacique.
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