Hoy es común que los hinchas canten en los estadios de fútbol. Al unísono, las barras interpretan canciones para apoyar a sus elencos. En Sudamérica se da con temas que se intercalan durante los 90 minutos que dura el partido y son recreaciones de cantos populares. En Europa se vive manera diferente. El caso de Liverpool, por ejemplo, es uno de los más conocidos. “You’ll Never Walk Alone” (Nunca caminarás solo), compuesto por Richard Rodgers (música) y Oscar Hammerstein (letra) en los años 40, se ha transformó en el himno del cuadro rojo.
Por décadas la fanaticada de la institución del noroeste de Inglaterra ha coreado aquella canción. Sin embargo, hubo un momento de la historia en que la fama de un grupo local escaló a niveles difíciles de dimensionar. A inicios de los 60, precisamente entre 1963 y 1966, The Beatles fue un fenómeno sin precedentes. Tal era el arraigo de los Fab Four en su ciudad de origen, que uno de sus sencillos más conocidos se tomó las tribunas del mítico Anfield.
“She Loves You” fue publicado como single el 23 de agosto de 1963 en el Reino Unido. Desde ese día, fue escalando en las listas, posicionándose durante 31 semanas consecutivas entre los más vendidos. En medio de este apogeo musical, el Liverpool tuvo que recibir al Arsenal. Fue uno de los partidos más esperados de la temporada 1963/64. En aquel curso, la Football League First Division (aún no existía la Premier League) se la adjudicó el cuadro Red, con una ventaja de cuatro puntos sobre el Manchester United.
En su compromiso ante los Gunners, el 18 de abril de 1964, la escuadra del condado de Merseyside tenía la chance de abrochar el campeonato. Era tal el entusiasmo, que en The Kop (nombre con el que se le denomina a la grada más representativa de Anfield), la fiesta ya se vivía en la antesala del duelo.
“She loves you, yeah, yeah, yeah”, se escuchaba por todo el recinto y en sus alrededores. Era el hit del momento, lo tocaba un grupo local y los hinchas lo usaban como cántico. No solo el estribillo, coreaban toda la composición, nacida a raíz de una idea de Paul McCartney y finalizada junto a John Lennon. Un hito que sirvió para celebrar. Finalmente, el triunfo 5-0 del Liverpool sobre Arsenal no hizo más que ratificar el gran momento futbolístico que vivían y lo acontecido en las gradas llevó hasta el fútbol un acontecimiento cultural que traspasó todo tipo de fronteras.
Fab Four en el fútbol
Hace 60 años llevar temas populares a las galerías era algo que recién se daba. Ahora es más común. De hecho, con The Beatles sigue sucediendo. En plena temporada 2023/24, en el Santiago Bernabéu cada fin de semana se oye a la fanaticada corear “na-na, na-na, hey Jude”, cuando Jude Bellingham anota. El volante británico ha sido la gran relevación del Real Madrid en esta temporada y lo alientan rememorando el tema que McCartney le escribió a Julian Lennon, hijo de John, y que fue grabado en las sesiones del denominado “White Album”, siendo publicado como sencillo, pero sin formar parte del listado de canciones del disco.
Pese a todo esto, los cuatro miembros de la banda nunca se definieron como futboleros. Si bien pusieron algunas referencias en su discografía (tanto grupal como solistas) jamás se les vio como verdaderos seguidores del balompié, a diferencia de otras bandas de rock que si han mostrado su predilección por el deporte, como Oasis o Iron Maiden.
McCartney, por ejemplo, ha reconocido que su familia es hincha del Everton, pero que personalmente no posee una inclinación muy demarcada. “Mi padre nació en Everton, mi familia es del Everton, así que si hay un derbi en una final entre Liverpool y Everton, yo tengo que apoyar al Everton”, señaló hace algún tiempo. No obstante, según dice, en su corazón también hay un espacio para los Red. Además, en 2012, se dio que el club Liverpool de Uruguay tomó la determinación de transformarlo en socio honorario. Incluso le confeccionaron un carnet para ratificar aquella condición.
El vínculo de Lennon es un tanto más explicito y tiene una llamativa relación con Chile. El autor de “Imagine” incluyó en la portada de su quinto LP en solitario, “Wall and Bridges”, un gol de Jorge Robledo al Arsenal, dibujado por él mismo cuando aún era niño. El delantero nacional nacido en Iquique brillaba en el Newcastle United y el fallecido músico eligió su anotación para la tapa del álbum. No cualquier gol. Se trata del cabezazo del chileno en el minuto 84 de la final de la FA Cup de 1952 y el triunfo 1-0 para las urracas.
Otros guiños musicales al fútbol fueron en The Beatles. En la famosa portada del aclamado “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” incluyeron a Albert Stubbins, jugador del Liverpool en la década del 50. Otra es que el videoclip de “Eleanor Rigby” se ve un enfrentamiento entre jugadores de camiseta blanca y azul, en referencia al Derbi de Merseyside.
En tanto, George Harrison era más reacio a hablar de la pelota. “Sí hay tres equipos en Liverpool, pues yo soy del otro”, declaró en alguna oportunidad, dando a entender su desinterés por la disciplina en cuestión. Algo similar, pero sin ese nivel de picardía en sus declaraciones, sucede con Ringo Starr. El baterista jamás ha explicitado su simpatía por algún elenco. Aun así, a su familia se le ha visto en Anfield.