El día en que Roger Federer proyectó el adiós al tenis en su visita a Chile: “Estoy en paz con el retiro o con lo que sea que signifique eso”

Roger Federer
Roger Federer, durante su visita a Chile en 2019. Foto: Javier Vergara/AGENCIAUNO.

En 2019, la leyenda estuvó en el país y se confesó con El Deportivo sobre cómo imaginaba su vida después de tomar la decisión más compleja de todas, algo que finalmente se concretó hoy, a los 41 años.



En noviembre de 2019, Roger Federer visitó Chile por primera vez para jugar una exhibición con el alemán Alexander Zverev. Durante su estadía de 24 horas tuvo muchísimas actividades, entre ellas una entrevista con El Deportivo, en la que habló sobre sus gustos y contó algunas cosas no muy conocidas acerca de su vida cotidiana, como su gusto por la música techno, su maestría cambiando pañales y su experiencia con la cocina. Ahí también contó cómo imaginaba el día después de su retiro.

“Ocupado. Normalmente, tú pensarías que va a ser más tranquilo, pero va a ser ocupado porque voy a tener que estar dando explicaciones de por qué me retiré. Estoy en paz con el retiro o con lo que sea que signifique eso. No sé cuándo será, cómo será, ni dónde, pero estoy seguro de que mi vida después del tenis será tranquila, con menos viajes, menos agenda. Eso es algo bueno, porque me encanta hacer otras cosas; hacer cosas con mi fundación, ver a mis amigos, pasar tiempo con mis hijos y con mi esposa, organizar salidas. Quizás venir a visitar Chile un día. Son cosas que no he tenido tiempo de hacer en estos 20 años en los que he pasado persiguiendo la pelota amarilla de tenis. Estoy esperando ese momento, pero todavía no”, comentaba sobre esa posibilidad.

Durante la conversación, la leyenda también se emocionó al hablar sobre su trascendencia más allá del tenis y confesó cómo le gustaría ser recordado: “Espero que como bueno para el tenis. Como alguien que pudo ayudar a muchos niños. Como alguien que los inspiró en lo deportivo, pero que también les dio oportunidades en lo educativo en el sur de África, a través de mi fundación. Con mi fundación siento que estamos en un momento de inicio, que vienen más cosas, pese a que he tenido esta fundación por 15 años. Está creciendo, está más grande, se está haciendo más fuerte y estoy muy feliz de estar haciendo una diferencia en la vida de muchos niños. El tenis siempre va a estar cerca de mi corazón y, si puedo traspasar mi conocimiento en el tenis e inspirar y motivar a muchos niños en el futuro, es algo que también amaría hacer. Espero haber liderado con el ejemplo, con el juego limpio. Eso sería muy bonito”.

También aprovechó esa oportunidad para agradecerle a su esposa, Mirka Vavrinec, por haberlo enrielado en su rumbo camino. “Si no la hubiese conocido, hubiese recorrido un camino similar en el sentido de convertirme en un tenista, de intentar siempre dar lo mejor. ¿Cuánto éxito? No lo sé. Quizás habría tenido la mitad, lo que ya hubiese sido increíble. Creo que ella me dio una estabilidad maravillosa y mucho apoyo. Me hizo madurar más rápido, porque ella es tres años mayor y ya estaba en el Tour, y es muy trabajadora. Simplemente, creo que su apoyo y su amor han sido, sin duda, claves para todo mi éxito”, expresó.

Otro de los tópicos que abordó en esta entrevista fue su lugar dentro de la historia del tenis, algo que reconoció con mucha humildad no sentirse el mejor en ese momento. “No, realmente. Estoy feliz de estar en la discusión con algunos de los mejores. Pienso que esa es una de las preguntas que no se puede responder; que quizás nunca se pueda responder. Porque las épocas en el tenis cambian. Hoy en día jugamos más. Somos más parte de la historia ahora, en términos de que estamos persiguiendo más récords. En el pasado, ellos creaban récords simplemente jugando. Por lo tanto, estoy muy feliz con mi carrera, pero no me considero el mejor”, sentenció.

También en ese momento habló de cómo sería su tenista perfecto: “Debería tener la derecha de Fernando González, quizás, por qué no; el toque de Marcelo Ríos; el servicio de John Isner o Pete Sampras y el revés de Agassi o Novak; el espíritu luchador de alguien como Rafa; la volea de Stefan Edberg o Rod Laver y la tranquilidad de Björn Borg. No me voy a poner a mí mismo”.

Finalmente recordó al Chino Ríos, su ídolo de juventud: “Para mí, Marcelo era una especie de jugador perfecto, con un increíble timing y mucho feeling. Jugaba diferente a todos. Mis jugadores favoritos eran Pete Sampras, Stefan Edberg, Boris Becker y luego Marcelo Ríos, que es de una generación posterior. Entonces, cuando tuve la oportunidad de jugar con él fue un gran momento en lo personal. Y, cuando dice algo así, significa un montón para mí. Solamente lo he visto en un par de ocasiones desde que se retiró...”.

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