El Dibu Martínez lo hace de nuevo: celebra ante un equipo francés y se burla, con baile incluido

Emiliano Martínez manda a callar a los hinchas franceses
Emiliano Martínez manda a callar a los hinchas franceses (Foto: Reuters)

El meta argentino se transforma en héroe en la definición por penales entre el Aston Villa y el Lille. Después de consumar su hazaña, les dedica a los hinchas galos la peculiar coreografía que también les dedicó durante el Mundial.



Emiliano Martínez no solo es el arquero que custodió el arco de Argentina en la consecución de su tercer título mundial. Antes de eso, el Dibu ya era un personaje peculiar. Su particular personalidad tenía adeptos y detractores. A decir verdad, actualmente también los tiene, aunque probablemente, por la popularidad que ha alcanzado, y los logros que ha conseguido, la proporción haya cambiado.

Como sea, el guardameta es un personaje. Y lo vuelve a demostrar en la definición por penales del duelo entre su escuadra, el Aston Villa, y el Lille, por la Conference League. Su actuación terminó siendo vital para que el equipo francés avanzara a las semifinales de la competencia. Y, por cierto, incluyó el sello que lo ha transformado en una celebridad.

Festejo incluido

Los villanos despacharon al equipo galo en la definición por penales. El cuadro francés había revertido en el tiempo de juego el revés que había sufrido en Inglaterra, por lo que fue necesario llegar a la instancia de los lanzamientos desde los doce pasos.

Ahí, la figura de Martínez cobró un rol fundamental: el Dibu detuvo los penaltis a Nabil Bentaleb y a Benjamín André que metieron en semifinales al Aston Villa. Y en ambos casos lo celebró de la forma que lo tiene convertido en objeto de culto: con su singular baile.

Sin embargo, en esta ocasión añadió otro elemento: con el dedo índice hizo callar a los fanáticos de la escuadra local. La razón es obvia: había sido insultado durante todo el duelo, seguramente como consecuencia de su determinante actuación en la final del Mundial de Qatar. De paso, reescribió la historia de su club, que se encamina a una definición europea después de 42 años, desde que lo consiguiera en 1982, cuando se quedó con la Copa de Europa.

El show de Martínez lo completó la amonestación que recibió durante la serie de lanzamientos, que se sumó a la que le habían mostrado durante el juego, precisamente por sus enfrentamientos con el público. Como la norma especifica que las tarjetas amarillas que se reciban durante la disputa del compromiso no son acumulativas con las de la definición por penales, pudo seguir en el campo de juego.

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