Es una de las personas más polémicas del fútbol alemán, pero en esta coyuntura de la pandemia por coronavirus su nombre ha aflorado con fuerza. Se trata de Dietmar Hopp, empresario, co-fundador de la compañía de software SAP y principal inversionista del Hoffenheim, club en el que alguna vez estuvo Eduardo Vargas. Se trata de una de las personas más ricas de Alemania, cuya fortuna está estimada en 5.300 millones de euros según Forbes.
No solo está presente en el fútbol, sino que también en la medicina. Financia la empresa CureVac, compañía biofarmacéutica que desarrolla vacunas para enfermedades infecciosas, la cual está trabajando en una vacuna para el Covid-19, con subvenciones del gobierno alemán, según constata el medio germano Der Spiegel. En unos meses más pueden presentar un proyecto para validación clínica.
¿Por qué es tan resistida la figura de Hopp en la Bundesliga? Se mostró en contra de la regla 50+1, una cláusula que pretende proteger a los clubes alemanes de los accionistas externos para que los socios controlen la mayoría de los votos (50+1) en la toma de decisiones. A diferencia de otros países, en Alemania no está presente la figura del accionista mayoritario o del jeque dueño de un equipo (como en Inglaterra o Francia), sino que se respeta que los equipos son de los socios. Por ejemplo, el caso del Borussia Dortmund.
Al rechazar esta idea, Hopp fue blanco de críticas y amenazas de parte de los ultras de otros elencos que han coreado su nombre en los estadios. “Hopp rompe su palabra, hijo de p…”, era uno de los mensajes expuestos por hinchas del Bayern Múnich cuando enfrentaron al Hoffenheim por la liga.
Pese a que Der Spiegel reveló que el mismísimo Donald Trump estaba interesado en adquirir la vacuna que está trabajando CureVac, la propia empresa desmintió la información. “CureVac no ha recibido ninguna oferta del gobierno estadounidense o de entidades afines antes, durante o después de la reunión de la Task Force en la Casa Blanca el 2 de marzo”, publicaron en sus redes sociales.