Universidad Católica siguió a Gustavo Quinteros durante muchos años. Cada vez que los cruzados salían a buscar entrenador, el nombre del argentino nacionalizado boliviano aparecía en la lista. Su éxito al mando de Bolívar y Emelec, más su experiencia como seleccionador de Bolivia y Ecuador, lo convertían en un técnico apetecible, no solo para los estudiantiles, sino que para clubes y federaciones de distintas partes del mundo.

Por eso, no fue hasta diciembre del año pasado y tras la renuncia de Beñat San José, que los caminos del cuadro de la franja se encontraron con los del santafesino. El viejo anhelo se hacía realidad.

El DT llevaba dos meses sin trabajo, luego de ser despedido del Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos y quería volver a Sudamérica. Su deseo coincidió con la vacante dejada por el español en la precordillera. Era el momento.

El directorio de Cruzados, en conjunto con el gerente deportivo José María Buljubasich, depuró la lista de candidatos hasta que se redujo a dos nombres. Desde ese momento, se decidió que Quinteros era la prioridad.

"Es un nombre que estuvo siempre en nuestras listas. Lo consideramos muchas veces, aunque resultaba imposible traerlo. El año pasado, se trabajó desde un listado grande de nombres. Al final, la comisión de fútbol llevó dos nombres al directorio y ahí se optó por Gustavo como primera prioridad", reconoce Juan Tagle, presidente de Cruzados.

Y resultó todo un acierto, porque desde el principio supo gestionar un plantel campeón y con jugadores de gran calidad. Ya en la pretemporada, el DT mostró parte de sus cualidades: entendió rápidamente que el equipo funcionaba mejor con César Pinares en vez de Diego Buonanotte y no titubeó en dejar al Enano en la banca. Además, solo necesitó un par de amistosos para delinear el once titular que finalmente arrasaría en el Torneo Nacional.

Ni siquiera la derrota ante Iquique, en San Carlos de Apoquindo, en la segunda fecha, lo hizo dudar. Tras vencer por 2-3 al Cacique, en el Monumental, la UC nunca más soltó la punta. No solo eso, sino que además estiró tanto su ventaja que le sacó 13 puntos al segundo. También se consagró en la Supercopa con un implacable 5-0 sobre Palestino.

Más allá del abrupto cierre de torneo, producto de la violencia de unos barrabravas, Católica no tuvo rivales en 2019. El equipo de Quinteros fue, por paliza, el mejor del fútbol chileno. Por algo los técnicos y capitanes de los elencos de Primera División, encuestados por La Tercera, lo eligieron como el mejor DT.

Antes de irse a Xolos, seducido por una oferta económica superior y desilusionado del manejo de la crisis del fútbol chileno, Quinteros recibió el cariño de los hinchas en Renca, donde fue llevado en andas. Mañana, el mejor técnico de 2019 se despedirá de la UC, en San Carlos de Apoquindo, donde dejó en un año dejó una huella muy positiva.