En Colo Colo, Esteban Paredes no lo está pasando bien. Los albos están en la penúltima posición de la tabla del Campeonato Nacional, el reflejo de un momento crítico impropio de la historia del club, y ya se despidieron de la Copa Libertadores. Ni siquiera fueron capaces de clasificar a la Copa Sudamericana, el premio de consuelo al que podían optar. El Tanque está preso de ese mal rendimiento y los números lo reflejan, pues en esta campaña ha convertido apenas cuatro goles: tres a nivel local y el que le anotó a Peñarol en la Libertadores. Sin embargo, hay otro club que le da alegrías al delantero: San Antonio Unido.
En marzo, el ariete adquirió la propiedad del club en una operación que significó una inversión de $ 250 millones. El 89 por ciento de los títulos le pertenecen. Otro 1 por ciento está en manos de su padre. El 10 por ciento restante de la sociedad lo tiene un grupo empresarial en el que figura Guillermo Lee, el actual presidente de la institución. Los lilas, cuyo proyecto deportivo encabeza el ex mundialista Sub 17 Marco Muñoz, estrecho amigo de Paredes, marchan en el octavo puesto de la Segunda División, la tercera categoría del fútbol chileno, pero, por el momento, los resultados no inquietan. El objetivo para el primer año de gestión es la consolidación institucional.
Es el último punto el que provoca la alegría de Paredes y de sus socios. Desde que el Tanque compró el club, los ingresos del SAU son millonarios. La cantidad de interesados en vincularse publicitariamente al club creció exponencialmente apenas se selló el compromiso con el goleador de Colo Colo. Los porteños han facturado cerca de $ 250 millones en distintos contratos, una cantidad inédita para la última categoría profesional del fútbol chileno y que, en términos simples, les permite financiar enteramente el ejercicio de un accidentado 2020.
Por el momento, por sus obligaciones con Colo Colo y por el complejo momento que vive el equipo popular, Paredes delega en Lee, su hombre de confianza en la institución, la administración y las decisiones en ese contexto. Muñoz, el técnico también goza de su amplio respaldo, pues se conocen desde la época en que compartieron camarín en Santiago Morning.
Sin embargo, su sola presencia pesa. Asociarse al SAU es apetecible. A modo de ejemplo, Pullman Bus, el sponsor principal de la camiseta, desembolsará $ 130 millones para ubicar su logo en la parte principal de la casaquilla, un aporte comparable con el que reciben escuadras de Primera División, las que gozan de una mayor exposición mediática. Paredes participó en el lanzamiento de la nueva camiseta y su imagen está en las plataformas de la empresa de transportes.
Hay más. Mucho más. EPSA Puerto San Antonio se comprometió con otros 50 millones por dos temporadas; Puerto Panul, con otros $ 30 millones por el mismo período. One Fit y Olymphus entregan indumentaria e implementación por $ 20 millones y $ 10 millones respectivamente. Hay otros ítemes que también contribuyen al financiamiento. Con la clínica Meds, a la que Paredes asiste como jugador de Colo Colo, se establecieron precios preferenciales, el IST implementará las medidas de seguridad y el protocolo Covid por dos años, lo que está avaluado en otros $ 10 millones. Además, Pharma Puerto, una empresa local, aporta $ 1 millón mensual en medicamentos. Otras firmas, Winkler y Rising, entregan suplementos alimenticios.
Objetivos ambiciosos
Lee dice que van por más. Y reconoce que Paredes les sigue abriendo puertas. “La presencia de Esteban es importante, porque todo el mundo quiere estar cerca suyo. Eso sí, la imagen de Paredes no está comprometida con nadie, porque Esteban tiene derechos de imagen comprometidos con Colo Colo. Es probable que Esteban nos acompañe a alguna actividad con los jugadores, pero no está obligado a hacerlo tampoco. Ya se ha reunido con el alcalde", especifica.
El dirigente se ilusiona con nuevas alianzas. "Puerto San Antonio nos invitó a participar en la Corporación de Desarrollo de San Antonio, compuesta por las grandes empresas del puerto, lo que puede abrir más negocios. Pactamos contratos bianuales para darle una proyección al auspiciador. Les sirve a las dos partes. Tienen cláusulas que implican aumentos en el caso de ascender, considerando que en ese caso habrá mayor presencia en televisión”, explica el dirigente.
Los recursos, dice, serán bien invertidos. “Soñamos construir un centro de entrenamiento propio. Estamos constituyendo una corporación de derecho privado sin fines de lucro para conseguir financiamiento estatal”, concluye.