Los que que conocen a Esteban Valencia dicen que siempre ha sido un tipo calmado. “Jamás se descompone” o “siempre tiene tino”, son algunas frases con que se le define. Por eso, a nadie de su entorno le extrañó la mesura con la que vivió esta semana previa al Superclásico, que hoy (16.30) disputará su versión 190.
Calma que ni siquiera fue interrumpida cuando el nuevo gerente deportivo, Luis Roggiero, lo confirmó hasta diciembre en la banca. “Para nosotros es una satisfacción esta ratificación. Lo agradecemos y nos motiva”, aseguró el DT. La buena noticia, eso sí, no modificó una letra de su plan para enfrentar al archirrival y a su colega Gustavo Quinteros, quien dirigiendo a la UC, primero, y ahora a Colo Colo, está invicto ante la U y solo ha perdido un clásico, ante los cruzados, en la final de la Supercopa 2021.
Las razones para ello, según cuentan en el CDA, son dos: quitarle dramatismo al partido y elevar la confianza de un grupo que se viene recomponiendo tras el paso de Dudamel. “Esteban le dará la tranquilidad necesaria al vestuario para saltar a la cancha y eso es fundamental. Además, lo más importante para este tipo de encuentros es que tiene la credibilidad necesaria del plantel y vienen jugando bien”, reflexiona uno de sus compañeros del bicampeonato de 1994 y 1995, Patricio Mardones. Y sus palabras son refrendadas por el propio Valencia. “No haremos nada extraordinario para preparar el duelo, pues hay mucho entusiasmo en el equipo”.
¿Verdad o estrategia? “Lo que declaró le saca la presión a sus dirigidos y uno sabe que no debe hacer nada especial, pues hay que andar frenando a los jugadores para que no se vayan a lesionar. Es que todos dan su máximo en los días previos, para poder estar en el once inicial”, dice Víctor Hugo Castañeda, otro que lo conoce bien.
Establecida su postura, el Huevo acentuó el trabajo para que sus pupilos intenten robarle protagonismo al Cacique y no se encajonen en campo propio. La presión alta que ejerce el equipo de Quinteros fue más tema que el desequilibrante que generan Gil o Solari.
Al técnico le sorprendió también el buen nivel de Junior Fernandes. Dejó con la boca abierta a todos, como resaltan en el búnker laico, “cuando tome ritmo con el balón, dejará atrás a varios de los que han jugado todo el año”. “Debemos valorar su llegada, porque viene a darle un plus y un toque de jerarquía al plantel. Ahora estamos buscando que recupere su forma física y futbolística, porque venía sin competencia”, destacó el mismo Valencia. No obstante, ya a mitad de semana se hablaba de que el refuerzo sumará minutos en el segundo lapso del choque en_Rancagua.
“Es muy difícil prever lo que va a pasar, porque en los clásicos ambos elencos tratan de hacer lo mejor posible. Pero es importante recalcar que los jugadores y su rendimiento serán clave para ganar este partido”, reflexiona Mardones. Y ese pensamiento pasó por la cabeza de Valencia, quien ya cuenta con el defensa Ramón Arias para inscribirlo desde el inicio. El defensor uruguayo entrenó con normalidad desde el jueves, pero con algunas molestias en su pantorrilla derecha. El DT pretendía informar anoche el once titular a sus dirigidos.
El exvolante, nacido en 1972, no es amigo de las cábalas. “Jugó muchos años este clásico, en una época buena para Universidad de Chile, y tiene las condiciones para sacarle la presión a la institución por toda la historia reciente. Esteban es un referente del club y ha traspasado esta experiencia a los chicos y ahora lo hará con los grandes. Tiene toda la sabiduría para manejar bien esta situación”, afirma VH. En total, el Huevo enfrentó en 17 ocasiones al Cacique, defendiendo a la U. Su registro es de 4 triunfos, 7 empates y 6 derrotas (dos goles).
Esta será su primera vez contra Colo Colo encabezando la banca. Un desafío grande, después de ocho años sin victorias de su club ante el actual líder y frente al entrenador de moda en el fútbol chileno. Azules versus blancos, Valencia ante Quinteros. Un duelo imperdible, que el adiestrador del chuncho, al menos hacia afuera, se lo toma con tranquilidad.