Arturo Vidal vivió un drama en el Monumental. El King ingresó a la cancha lejos de un estado óptimo, pero su voluntad pudo más para ganarse un puesto entre los titulares.

A la media hora de partido, la rodilla lo complicó. Sin embargo, entre lágrimas pidió seguir. Ni siquiera fue reemplazado en el entretiempo y eligió continuar exigiendo su rodilla izquierda al límite, lo que derivó en una lesión de cuidado.

Corría el minuto 73, cuando precisamente el Rey agudizó esos problemas físicos durante todo el duelo, hasta que no pudo más.

En las cercanías del área, el mediocampista del Athletico Paranaense se exigió al máximo para intentar robarle el balón al talentoso Luis Díaz. Tras esa acción, el King cayó al césped y no se paró más. La rodilla derecha le pasaba la cuenta otra vez.

Gary Medel y otros jugadores de la Roja pidieron rápidamente la asistencia médica, mientras Vidal se veía visiblemente adolorido. Al Rey lo subieron con dificultad a la camilla, en la que debió abandonar el campo. En su lugar ingresó Charles Aránguiz.

Fuera de la cancha, Sebastián Rambert, ayudante de Berizzo, pidió la ambulancia rápidamente para trasladar al multicampeón chileno a la Clínica Meds para evaluar la gravedad de la lesión.

A pesar del dolor, el formado en Colo Colo permaneció hasta el final del partido en la banca, mirando la actuación de sus compañeros ante los cafetaleros. Luego, fue subido a una camilla y trasladado.

No pudo caminar al túnel

Una de las postales que reflejó el estado en que acabó el jugador de 36 años fue cuando debió irse a camarines. Para eso, tuvo nuevamente solicitar la asistencia de la camilla, en la que se tendió y se tapó la cara, con muestras de dolor que perduraban.

Cabe mencionar que Vidal fue una de las grandes dudas en la previa del compromiso. El futbolista venía de problemas en la rodilla en Brasil y fue suplente en la derrota por 3-1 ante Uruguay, pero ingresó de muy buena forma en la segunda parte y marcó el tanto del descuento.

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