En Universidad de Chile los contagios se multiplican según avanzan las horas. El covid parece no tener piedad con el equipo estudiantil, que suma y suma infectados de cara a la revancha ante San Lorenzo, por la Copa Libertadores. Mañana, los dirigidos por Dudamel viajarán rumbo a Buenos Aires con un diezmado equipo que intentará mantener el sueño intacto de meterse en la fase de grupos del certamen continental.
Hoy, a primera hora, desde La Cisterna informaron de cinco casos positivos. Según detallan en un comunicado, tres de ellos corresponden al primer equipo y otros dos a juveniles. Durante los últimos siete días, ya se habían informado cinco casos. Diez en total. Un brote que parece no tener freno.
En la dirigencia estudiantil no se quedaron de brazos cruzados. Enviaron una solicitud a la Conmebol para aplazar el duelo, la que fue inmediatamente rechazada. La entidad con sede en Luque no permite la suspensión de encuentros por Covid, más allá de los contagiados que tenga cada elenco. ¿Ejemplo? Un equipo que sufrió con el virus fue Junior de Barranquilla, elenco que para la revancha frente a Coquimbo Unido, por la Copa Sudamericana, apenas tuvo 13 jugadores habilitados, dos de ellos en la banca, por un brote que prácticamente los sacó del certamen internacional.
Una hora después de esta publicación, el presidente de Azul Azul confirmó en Agricultura la negativa desde Asunción: “Lo primero que hicimos fue tratar de aplazar el partido. Hoy nos respondió Conmebol y se nos señaló que por las bases no es posible aplazar el partido. El duelo se jugará”, señaló. Además, agregó que “es frustrante lo que está pasando. Días antes de un partido de Copa Libertadores tenemos varios casos. Es una realidad que tenemos que enfrentar y en eso se está trabajando”.
Dudamel, por urgencia, deberá recurrir a los juveniles. Y descontando los dos infectados de las series menores, muchos de los canteranos del equipo laico tendrán la posibilidad de debutar con la camiseta azul. Más cuando Del Pino se perderá el encuentro por problemas musculares. En la previa a la serie, la U inscribió 44 jugadores, entre titulares y juveniles, por normativa de la Conmebol.
En Azul Azul extreman medidas para frenar el brote. Ya se sabe que los primeros cinco contagiados en el plantel, tres de ellos se perdieron el duelo ante San Lorenzo, mientras que los otros dos resultaron PCR negativo y presentaron síntomas con posterioridad, compartían camarín en el Centro Deportivo Azul. Hoy, por norma sanitaria, los futbolistas son distribuidos en grupo de cinco jugadores entre los diferentes camarines que se distribuyen en el complejo deportivo de la U.
Frente a tal escenario, en la U han decidido aumentar los PCR a los que se someten los futbolistas. Fueron testeados el miércoles, posterior al duelo frente a San Lorenzo, y ayer, previo a la práctica dominical. Hoy nuevamente serán sometidos a exámenes para definir los jugadores que sí podrán viajar a Buenos Aires.
En la previa al duelo ante San Lorenzo, en la U asumían que las posibilidades de un brote eran ciertas. El doctor Fernando Radice determinó aplicar un estricto protocolo. Por ejemplo, cada jugador tuvo que mantenerse durante todo el día en su habitación individual. Recibieron sus comidas en sus piezas, evitando todo tipo de contacto. También se suspendió la charla prevista en el hotel que daría Dudamel para enfrentar a San Lorenzo. Los jugadores solo bajaron al lobby del hotel al momento de trasladarse en el bus con dirección al Nacional.
“Aplicamos todos los protocolos de fase 1 desde el lunes. Estamos así disminuyendo el riesgo de contagios en el plantel y esperando evolución en esta semana. Todos en la institución muy conscientes del problema y colaborando en cumplir las medidas que son bastante exigentes. Rafael Dudamel y su cuerpo técnico están muy alineados con el cuerpo médico y proactivo a pesar de las restricciones. También el directorio del club y la administración”, decía Radice al ser consultado por La Tercera.