Pablo Aránguiz no lo está pasado bien. El amedrentamiento que sufrió en plena cancha del estadio El Teniente, donde Universidad de Chile cayó frente a Curicó Unido, y las posteriores amenazas de muerte que le llegaron a través de distintas vías lo tienen, naturalmente preocupado. La U y la justicia se han prodigado para proporcionarle protección. Sin embargo, la situación sigue siendo compleja. Por lo pronto, el mediocampista cerró sus cuentas en redes sociales, una de las plataformas que utilizaban los presuntos hinchas para hacerle llegar mensajes intimidantes. Hablar con él está cada vez más restringido.
En medio de ese panorama, el Sifup le ofrece su respaldo a su asociado. “Lo que está viviendo Pablo Aránguiz es súper grave. Para mí, las sanciones tienen que venir con fuerza. No podemos permitir que se sigan dando estas situaciones en ningún estadio y con ningún jugador de fútbol”, establece el timonel de la entidad gremial, Gamadiel García, a El Deportivo.
Apenas se enteró de la incómoda situación, el sindicato activó un plan de acción. “Nos comunicamos inmediatamente con Fernando De Paul, en su calidad de capitán de la U para ponernos a disposición del jugador. Aránguiz sabe que nuestro apoyo está. Le dejé un mensaje también. Lo vamos a apoyar en todo lo que estime conveniente en el tema legal, por ejemplo, para la presentación de las respectivas querellas. Si requiere apoyo sicológico, también lo tendrá”, especifica.
Comunicación indirecta
La comunicación con Aránguiz, por el momento, ha sido indirecta, principalmente a través de sus compañeros. Aún así, García entiende que se trata de un escenario complejo. “No es una situación agradable para nadie, más allá de que, habitualmente, estos temas nunca pasan de la amenaza. El año pasado algunos jugadores de la U de Conce también acusaron algo así. Lógicamente, esto no debería suceder jamás. Siempre hemos actuado de la misma manera: ofrecer protección legal y sicológica. Los jugadores son los que deciden si van a entablar alguna querella o si requerirán apoyo profesional”, explica.
Sin embargo, el líder gremial acota que no ha mantenido contactos con dirigentes azules para establecer una eventual coordinación en el plan de apoyo al jugador. “¿Quienes son los dirigentes de la U? Lamentablemente ahí hay un gran conflicto. Hoy no tenemos con quien comunicarnos. Antes yo sabía quien era el presidente o el representante legal. Podíamos tener diferencias, pero sabíamos con quien hablar. Hoy no hay un interlocutor válido en el club y eso complica todo”, acusa.
En lo que no vacila es en la determinación de obligaciones. “Estos temas no pueden seguir ocurriendo. Son las instituciones las responsables de la seguridad en los espectáculos deportivos. Antes, durante y después. Fue lo que pasó en el estallido social, donde vimos situaciones igual de peligrosas y lamentables. Hay que tener mucho cuidado porque son los mismos clubes que dicen después que el torneo está en peligro”, sentencia.