Darío Lezcano arribó a Colo Colo como la gran carta en el ataque y el llamado a hacer olvidar a Juan Martín Lucero. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario y, ya sea por lesiones, problemas físicos o conflictos con el DT, el paso del paraguayo ha estado muy lejos de las expectativas.
Gustavo Quinteros había pedido su salida al inicio de la ventana de fichajes. El propio Alfredo Stöhwing, en entrevista con El Deportivo, reconoció el hecho. “Sí. Él le hizo presente tanto al jugador como a nosotros que encontraba que no estaba en condiciones de rendir al cien por ciento de lo que él esperaba, en medio, además, de esta desesperación de que estábamos sin goles. Así que se estuvo conversando, pero Lezcano se comprometió a rendir al máximo posible”, relató el presidente de Blanco y Negro.
Más allá de eso, lo concreto es que en ese momento, el ariete no estuvo de acuerdo con la propuesta de salida que le realizó el club, que aspiraba a pagarle solamente lo correspondiente hasta fin de año (el jugador tiene contrato hasta diciembre de 2024).
Tras una conversación con el entrenador, el guaraní volvió a tener minutos, pero en las últimas semanas regresó al congelador y no fue citado por el técnico en los siguientes encuentros, algo que también se repetirá hoy ante Huachipato (17.30).
El dardo de Quinteros
El entrenador del Cacique fue bastante lapidario en el análisis sobre lo que ocurre con Lezcano y también con Leandro Benegas. “La ida de Lucero no la teníamos prevista ni nosotros ni el club, y en ese momento salimos a buscar un reemplazante. Hoy el reemplazante no llegó al nivel de Lucero, no pudo. Entonces, ahí a lo mejor tuvimos esa falta de gol que Lucero nos dio el año pasado, pero ya está. Damos explicaciones todo el tiempo de esto, pero ya es algo sabido, pero no tengo dudas de que sí hubiésemos aprovechado las situaciones estaríamos en otra posición”, dijo.
Al ser consultado sobre las razones que pudieron influir en el bajo rendimiento de Lezcano, Quinteros fue claro: “Venir a Colo Colo no es fácil, no cualquiera viene, juega y la rompe. No es así. Muchos han llegado bien desde otros equipos y aquí les cuesta. Aquí hay competencia, dos o tres jugadores de un buen nivel para jugar”.
El panorama está muy cuesta arriba para el exseleccionado paraguayo, quien espera salir del club ante las pocas oportunidades y la distancia que hay con el cuerpo técnico. Es por eso que su representante trabaja en la forma de sacarlo de la institución. Uno de los clubes que asoma como eventual interesado en el goleador es Emelec. Sin embargo, desde Macul aún no se dan por enterados de la posibilidad y ya le comunicaron al agente que no quieren que parta, ya que Quinteros “lo podría necesitar”.
El caso Moya
Otro que está en una situación similar a la de Lezcano y Benegas es Matías Moya. El exjugador de Ñublense ha tenido poca continuidad debido a las lesiones y la aparición de nuevos valores en su posición.
“Lo de Moya lo hablé con él y a mí me da angustia y pena, es un buen jugador, es muy profesional, e intenta estar al 100%. Él partió jugando, en un comienzo que no fue bueno para nosotros, y no pudo demostrar sus mejores condiciones. Después tuvo un par de lesiones que lo alejaron, empezó a mejorar Palacios, comenzó a jugar Jordhy, teníamos a Bolados... y ahí le costó entrar en el equipo”, admitió el DT.
Frente a una eventual salida a préstamo al fútbol griego, Quinteros se mostró abierto a ello: “Si le llega a salir una opción, donde él crea que pueda ir, jugar y revalidar sus condiciones futbolísticas, no sería mala idea. Hoy está mejor, está entrenando bien, pero no está teniendo demasiadas posibilidades de jugar”.