Cristiano Ronaldo, ese jugador insoportablemente mediático y ganador, revuelve todo lo que está cerca de él. Su partida del Real Madrid, sitio en el cual se transformó en leyenda tras nueve años, para erigirse en su goleador histórico, copó las portadas de los principales medios internacionales y volvió a poner las miradas hacia la Serie A, una competencia que desde hace tiempo no está en el mismo escalón de la Premier League y la liga española, pero que ahora aspira a recuperar el prestigio de antaño, cuando era un imán de estrellas: Platini, Matthäus, Maradona, Van Basten o Ronaldo. Para ello, cuentan con una figura que llena páginas de diarios y minutos en televisión todos los días, sea por goles de alta factura o con temas más engorrosos como sus líos con la Hacienda española.
El efecto Cristiano ya se siente en el Calcio.
Durante varios años, el campeonato italiano transitó por caminos pedregosos, teniendo como máxima expresión de la crisis el escándalo del Calciopoli, cuando interceptaciones telefónicas descubrieron que clubes, como la propia Vecchia Signora, conspiraron para influir en los arbitrajes en el torneo 2004-2005. Aquello terminó, entre otras consecuencias, con el descenso de la Juve.
Otra señal del mal momento tuvo relación con las bajas presentaciones en torneos continentales. Si en los 90 e inicios de los 2000 era recurrente tener finalistas de Champions, eso disminuyó con los años, con la excepción de la Juventus en 2015 y 2017. De las últimas ocho finales de la Liga de Campeones, solo dos tuvieron a un italiano.
En un territorio en el cual la belleza arquitectónica es característica, la infraestructura de los estadios de la Serie A se ha quedado en el tiempo, en comparación con la Bundesliga e incluso con la Ligue 1 de Francia (con modernos recintos tras la Eurocopa 2016). Construcciones obsoletas perjudicaron en su momento la asistencia a los estadios. Para marzo de 2014, el diario La Repubblica mencionaba que el Calcio solo llenaba el 51,9% de los recintos. De hecho, la Juventus es el único club dueño de su estadio, el más moderno del país.
Por una serie de factores, este prestigioso medio romano decía hace cuatro años: "Era el campeonato más espectacular y deseado del mundo y ahora se ha convertido en un torneo con estadios medio vacíos, racismo, estrellas que huyen y partidos aburridos". El diagnóstico era fatal. Para su fortuna, en el último tiempo esa situación ha cambiado y los números en asistencia han crecido.
Las malas épocas, al parecer, han quedado en el olvido y particularmente para la temporada que comienza este 18 de agosto hay nuevos bríos, por una alta inversión de los clubes y el foco de atención del mundo gracias a la presencia de uno de los futbolistas más laureados. Hay diversos datos que dan cuenta de la efervescencia que generó en los fanáticos de la Juve el desembarco de Cristiano. Todo partió el 16 de julio, cuando una multitud lo esperó afuera del centro médico en el cual se hizo los exámenes de rigor. Los tifossi le pidieron la Champions. A la larga, ese es uno de los objetivos del luso en Turín.
En un día, el club vendió 520 mil camisetas con la 7 del portugués. Si cada polera cuesta 120 dólares ($77 mil pesos), en 24 horas se obtuvo una ganancia de US$ 62,4 millones según Business Insider, casi la mitad de lo que costó el pase del futbolista. Eso sí, lo que recibe el club por la venta de camisetas ronda entre el 10 y el 15%, porque la mayoría va para el fabricante (en este caso Adidas). En ese sentido, la Juventus recibe entre seis y nueve millones de dólares. Además, la institución anunció el 19 de julio que vendió todos sus abonos disponibles para ver los partidos de local en la temporada: 29.300. De esa cifra, 25.300 son carnés de abonados y cuatro mil tarjetas para socios Premium. El 95% de los abonados para la temporada anterior renovaron sus carnés.
La familia del Calcio celebra la llegada de CR7. "Cristiano le hace bien al fútbol italiano, un campeón que ha ganado todo, como las últimas tres Champions. Es un incentivo para mí y para mis jugadores", afirmó Simone Inzaghi, técnico de la Lazio. Por su parte, el técnico Giovanni Trapattoni dijo: "La llegada de Ronaldo puede ayudar a la imagen del fútbol italiano, es importante en términos de la calidad del juego y la visibilidad de nuestro fútbol".
Ligado a la imagen, los derechos de televisión de la Serie A se han vuelto un material atractivo para los canales. Por ejemplo, en Inglaterra, la señal Eleven Sports (propiedad del empresario italiano Andrea Radrizzani, quien también es dueño del Leeds United que dirige Marcelo Bielsa) compró los derechos hasta 2021, acabando con seis años de BT Sport. "Hay un interés añadido con la firma de Cristiano Ronaldo", afirmó el presidente ejecutivo del canal, Marc Watson, citado por la BBC. Por su parte, en Estados Unidos, ESPN y Turner aspiran a la licitación. En Latinoamérica, el torneo es transmitido por ESPN y Fox Sports.
Pero el mercado de fichajes es más que un solo nombre propio. Según los datos de Transfermarkt, dos clubes italianos están dentro de los cinco que más han invertido para la campaña 2018-2019. Los turineses lideran, con un gasto de 222 millones de euros (US$ 258 millones) y la Roma, con el español Monchi como el gestor de un ambicioso proyecto, es cuarto con 110 millones de euros (US$ 128 millones) en 13 fichajes.