“El enano estaba endemoniado, tenía la cara del diablo”: la fuerte acusación que cae sobre Lionel Messi en Norteamérica
El ayudante técnico de Fernando Ortiz en Monterrey acusa al rosarino de haber tenido intenciones de agredirlo tras el triunfo de los mexicanos sobre el Inter Miami.
Lionel Messi no lo pasa bien con el Inter Miami. El pasado miércoles, la escuadra norteamericana del astro argentino cayó por 2-1 ante el Monterrey, en un duelo válido por los cuartos de final ida de la Concachampions. Sin embargo, las miradas se fueron a las tribunas, debido a que ahí estaba sentado el rosarino, ausente en la cancha por una lesión.
La Pulga no quedó conforme con la derrota de sus compañeros. Sin ir más lejos, culpó al árbitro de lo sucedido. Tras el pitazo, junto a Gerardo Martino, fueron a increpar al silbante. Luego tuvieron una discusión fuerte con el cuerpo técnico del cuadro mexicano, liderado por Fernando Ortiz. Pero la discusión no quedó en el campo: luego del altercado se filtraron audios del ayudante de Ortiz, Nicolás Sánchez.
“Voy a enviar este audio que seguramente va a ser reenviado a muchos grupos y mucha gente que me está preguntando. Me quiso pelear Messi. No creo que me haya querido pegar, porque sino me hubiera pegado. Me tuvo a un centímetro, me puso el puño al lado de la cara. Yo creo que estaba buscando mi reacción más que pegarme”, relataba en el audio reproducido por Fox Sports.
“Yo me acerco para pedirle una foto a Messi, el de seguridad que es buena onda me para y veo que Messi estaba re caliente. Cuando entran los árbitros los encara Messi y les dice de todo, pero de todo, a los tres o cuatro árbitros y al lado de él, o atrás, Tata Martino, pero desubicados los dos, cosa que si nosotros hacemos eso nos echan a todos a la mierda. Y lo siguió hasta la puerta del vestuario y el árbitro no le decía nada”, complementó.
“El Tata Martino tira una frase diciendo que todavía faltaban 90 minutos. Yo estaba tranquilo, no me enojé. Se dio la vuelta y me empezó a decir de todo. Y apareció Messi, que pensé que se había ido, y me quería comer crudo. Se me acercó el de seguridad, pero no me tocó porque yo no reaccioné. Pero el enano estaba endemoniado, tenía la cara del diablo. ‘¿Quién piensas que eres, salame? ¿A quién te comiste?’, me decía. Creo que no me insultó, pero como yo no lo miraba, fue peor”, continuó en su relato.
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