Jeisson Vargas quiere otra oportunidad. El joven jugador de apenas 22 años será refuerzo de Unión La Calera, hasta donde llega por los próximos tres años. En teoría, lo hace como jugador libre. Pero la UC, dueña de un 40 por ciento de sus derechos económicos (el otro 60 pertenecía al Montreal Impact), no lo tiene tan claro.
Luego de un más que prometedor inicio, la carrera profesional del extremo ha transitado por la irregularidad y la intrascendencia. Después de una campaña de mucha figuración con la UC durante la segunda mitad de 2015 y la primera de 2016, el fútbol internacional llamó a su puerta, pero él perdió el norte.
Hasta ahora, jamás ha logrado replicar aquellas buenas jornadas, ni menos responder a las expectativas que desde un comienzo recayeron sobre él. Así pasó casi inadvertido por Estudiantes de La Plata (cedido desde su elenco de la MLS), donde sumó apenas 361 minutos en toda la temporada 2016-2017. Muy poco para aquel que era considerado en San Carlos de Apoquindo como uno de los valores de más proyección del fútbol chileno.
Volvió al club cruzado para marcharse otra vez, un semestre más tarde, a Montreal. Allá jugó (1.050 minutos en 21 partidos disputados; cuatro goles), pero no alcanzó los estándares que el club buscaba (ni tampoco su propio anhelo de brillar en el fútbol internacional), por lo que este decidió una nueva cesión. Ahí fue cuando la U y la UC entraron en una pública disputa por sus servicios, resuelta finalmente en favor de los cruzados, que echaron mano a una vieja cláusula para truncar la intención azul de sumarlo como refuerzo.
Fue lo único que ganaron con él, no obstante, pues en 2019 Vargas apenas participó de la campaña que terminó con los de Las Condes firmando el segundo bicampeonato de su historia. Durante todo el año pasado, el atacante totalizó apenas 77 minutos, acusado en San Carlos de tener una actitud poco profesional.
De eso saben en La Calera. Y de hecho ya se preparan para darle un espacio de comodidad al jugador, que estiman es la única manera que vuelva a encausar su carrera y reencontrarse con el nivel que ilusionó a tantos alguna vez.
En el conjunto de la Quinta Región interior cuentan con un equipo multidisciplinario que apoya al plantel y que, en esta ocasión, tendrá especial atención con el devenir de Jeisson, de quien no tolerarán ninguna acción alejada del profesionalismo.
"Unión La Calera cuenta con un departamento de alto rendimiento. Estaremos muy pendientes de los valores en los que entrena y las áreas de apoyo, especialmente en nutrición y psicología, en las cuestiones de sus hábitos de vida", explican un directivo del cuadro cementero.