Eduardo Miquel se muestra tranquilo con el rendimiento de su dirigido en el PGA Championship. El tercer lugar lo toma como un orgullo, y el dramático desenlace del hoyo 18, como algo que puede pasar en el mundo del golf. Mira más allá de la esquina. Mito Pereira pudo haber perdido un major de forma dura, pero también pudo haber ganado mucho.
Desde Estados Unidos, y mientras prepara la participación de su pupilo en el Charles Schwab Challenge, el también entrenador de Joaquín Niemann conversa con El Deportivo sobre el fin de semana que paralizó al golf chileno.
¿Cómo están los ánimos en el equipo?
Bien, la verdad es que estamos muy contentos. Cumplimos la meta principal que era meterse entre los 50 mejores del mundo y eso nos tiene muy motivados. Obviamente hay un gustito amargo al final por estar tan cerca, pero son cosas que pasan en el golf y Mito lo hizo muy bien, solo un swing malo en el 18. Ojalá pueda estar pronto en una situación similar y poder definirlo mejor.
¿Cree que esa oportunidad se va a repetir?
Esperemos que sí. Yo tengo toda la fe de que tiene el juego para pelear arriba y estar entre los mejores del mundo. Espero que vuelva a pelear por un major.
¿Cómo ayuda a Mito a dar vuelta la página en este momento?
Todo el equipo lo ayuda, no solo yo. Siempre estamos en contacto Mito, Eugenio Lizama (su psicólogo) y yo. También su preparador físico y su señora, siempre estamos dándole contención, apoyándolo. Creo que fue una semana ultra positiva para todos.
¿El mayor aprendizaje que deja el torneo?
Saber que tiene el juego, al igual que Joaco, de poder pelear contra los mejores del mundo. Los dos tienen un talento muy muy grande, y él se da cuenta que tiene la capacidad para estar ahí.
¿Es muy difícil gestionar el paso de los días cuando ves tu nombre arriba durante todas las rondas?
Es difícil. Está la presión, verte arriba con los mejores del mundo tratando de alcanzarte. Por eso creo que lo hizo muy bien, fue solo un mal swing en el último hoyo, pero en general lo manejó muy bien Mito.
¿Qué fue lo primero que hablaste con Mito después de terminar la ronda del domingo?
Me dijo como “pucha el swing malo que hice en el último hoyo”. Estaba un poco frustrado por el desenlace de la bandera 18, pero Mito es de actitud y personalidad fuerte. Se para rápido y trata de ver el lado positivo de las cosas. La verdad es que lo vi tranquilo.
¿Cree que el hoyo más importante de la última jornada fue el 17? Cuando ese putt no entra, ¿cambian las sensaciones?
Fue importante, pero fue más importante el 18, en donde hizo un mal swing desde el tee y eso le costó muy caro.
¿Y cómo se puede explicar la mala salida del 18?
Solo un mal swing. Nada más que eso.
¿Fue un aspecto técnico o netamente mental?
Yo creo que netamente mental, porque venía pegando muy bien del tee y ahí yo creo que dudó un poco en la trayectoria que eligió y se apuró un poco. Fue algo más mental.
¿Tuvo un flashback con lo que pasó en el playoff de los Juegos Olímpicos?
Fue diferente porque ahí fue una buena jugada que no funcionó. Ahora fue un mal swing que le salió caro. Acá fue un error, en las olimpiadas fue un buen tiro.
¿Cuáles fueron las claves de su juego para lograr terminar tercero en el torneo?
Jugó bastante mejor el putter esta semana, pero viene pegando muy sólido de tee a green. Está consistente, con un buen feeling de su juego y esta semana pudo definir un poco mejor arriba del green y eso altiro cambió el resultado.
¿Crees que este sea un torneo que lleve a Mito a otra dimensión dentro del PGA?
Meterse entre los 50 mejores del mundo ya te lleva a otra dimensión. Ya puede entrar a todos los torneos grandes y sin duda Mito pertenece a ese selecto grupo. Nuestra meta era estar ahí y ahora hay que seguir trabajando para mantenerse.
¿Esperaban algo así en tan poco tiempo?
Sí y es que en el caso de Joaquín y Mito uno siempre lo espera porque sabe el potencial que tienen, entonces uno no sabe cuando va a llegar, pero sabe que se puede dar. Yo tengo claro que los dos tienen un potencial extraordinario.