Los errores en el área se pagan caro. Más allá del lugar común, generalmente es una certeza. Si no, que lo diga la Selección, que producto de una equivocación que está dentro de esas situaciones futbolísticas de manual, partió en desventaja frente a Perú, después de haber insinuado, al menos una recuperación futbolística respecto de sus actuaciones anteriores.

Esta vez, el villano fue Mauricio Isla. El lateral del Flamengo fue incapaz de controlar un balón en plena área chilena. En rigor, la pelota lo ‘sobró' para quedar en los pies de Christian Cueva, quien pasó por el fútbol chileno, donde defendió a Unión Española.

El golpe letal

Lo que vino después es lo que tiene a todo Chile tomándose la cabeza. Cueva cedió para Paolo Guerrero para que el goleador fusilara a Claudio Bravo. El guardameta del Betis alcanzó a manotear el balón, en una gran contención, pero, por la corta distancia respecto del ejecutante del disparo, concedió un rebote. Cueva lo aprovechó para enviar el balón a la red.

La acción significó un duro golpe para la escuadra de Martín Lasarte, que hasta ese momento había bregado bastante, aunque otra vez sin claridad ofensiva, para torcerle la mano al duro destino que se le asoma en las Eliminatorias.

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